El salesiano "piensa que está metido por un malentendido, porque los niños no entendieron o porque han sido mal ayudados por la gente que les rodea"
El sacerdote Francisco Javier López Luna, encarcelado por supuestos abusos a alumnos del colegio de los Salesianos en Cádiz, se siente en la cárcel «como en unos ejercicios espirituales» porque «es totalmente inocente», según ha asegurado hoy su hermano.
Daniel López Luna, hermano del hasta ahora director del colegio de los Salesianos en la capital gaditana, ha hecho estas declaraciones durante una concentración en la que, a las puertas del centro escolar, un centenar de personas ha mostrado esta tarde su plena confianza en la inocencia del sacerdote.
La concentración se ha celebrado a las siete de la tarde, poco antes y a escasos metros de otra convocada a la puerta del juzgado de instrucción que investiga el caso y en la que medio centenar de personas, entre ellos los padres de algunos de los menores afectados, han pedido que se investiguen hasta el final los supuestos abusos que se le imputan al sacerdote.
Las dos concentraciones, convocadas por las redes sociales, reflejan las tensiones y enfrentamientos que se están produciendo entre quienes defienden la inocencia del sacerdote y quienes creen que éste «se ganó la confianza» de algunos de sus alumnos para llevar a cabo con ellos juegos violentos o tocamientos.
Tras la concentración de apoyo al sacerdote, su hermano Daniel López Luna ha agradecido los muchos mensajes que su familia ha recibido «hasta de Río de Janeiro», de gente que sabe que él «no haría nada de ese tipo, nada de lo que se le está acusando».
Daniel López Luna se ha quejado de que los medios de comunicación están «lapidando a su hermano» por «el morbo» del caso y ha pedido a la prensa que adopte «un papel neutral» y respeto a la presunción de inocencia.
También ha contado que su hermano le llamó por teléfono ayer desde la cárcel, en la que ingresó en la madrugada del pasado sábado por orden del juez que instruye el caso, que, según la congregación religiosa, justificó la medida para evitar la alarma social que supondría dejarle en libertad provisional y en tanto toma declaración a treinta menores.
«Me dijo que estaba muy bien para darme ánimos«, ha dicho su hermano, a quien el salesiano contó que en prisión «siente que está en unos ejercicios espirituales, se siente totalmente libre porque cree en su verdad y porque es totalmente inocente«.
El salesiano «piensa que está metido por un malentendido, porque los niños no entendieron o porque han sido mal ayudados por la gente que les rodea», ha añadido.
El hermano del sacerdote ha insistido, como la congregación de los Salesianos, que de momento sólo hay una denuncia formal contra él y «trece compañeros que han testificado, lo que no significa que hayan denunciado».
No obstante la Policía ha informado que de momento, y tras la primera denuncia, ha recogido otras trece e identificado a otros treinta menores que podrían haber sido víctimas de castigos corporales, tocamientos o amenazas.
(RD/Agencias)