Ha destacado el trabajo de las fuerzas de seguridad en la investigación, de la que desconoce los términos en que se está desarrollando así como si se ha podido encontrar alguna pista en la observación de las cámaras de seguridad
«Les falta un tornillo«. El arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, condenó anoche el atentado en la basílica del Pilar que provocó daños en tres bancos y heridas en los tímpanos a una mujer, y señaló que el templo zaragozano abriría, como así ha sido, a las siete de esta mañana.
El prelado ofreció una rueda de prensa en la que ha comentado que la acción, que la policía atribuye a grupos de extrema izquierda, ha causado daños en tres bancos pero no ha afectado al rico patrimonio histórico-artístico del templo.
El arzobispo, quien se ha mostrado «contento de que la Virgen haya puesto su mano» en el templo, ha constatado que al haber finalizado la misa de las 13.00 horas, en los bancos del altar mayor, en cuyo pasillo central se había colocado el artefacto, no había gente pero sí en las proximidades y a pesar de ello las astillas de los asientos «no han tocado a nadie».
Tras lamentar el suceso, se ha alegrado de que no haya habido víctimas ni daños en el patrimonio, que «podrían haber sido incalculables».
En el templo hay frescos de Francisco de Goya y el retablo del altar mayor es una obra de alabastro del arquitecto Damián Forment entre los años 1512 y 1518. No obstante, aunque las primeras observaciones no revelan daños en las cúpulas y pinturas por el humo y la pólvora de la explosión, Ureña ha informado de que se hará un análisis posterior para poderlas conservar en buen estado.
Para Ureña, la autoría parece «algo realizado por personas a las que les falta un tornillo«. Asimismo ha destacado el trabajo de las fuerzas de seguridad en la investigación, de la que desconoce los términos en que se está desarrollando así como si se ha podido encontrar alguna pista en la observación de las cámaras de seguridad. A lo largo del día se celebrará una novena, que presidirá el bibliotecario Vaticano Jean-Louis Bruguès.