Bajo la capa de un acto religioso, la jerarquía está haciendo un acto político de afirmación franquista
«Usted debe saber que la Iglesia Católica apoyó la sublevación militar de Franco contra la República Española en 1936, consideró la guerra civil como «una cruzada» apoyando a los generales sublevados, legitimó su dictadura fascista y la feroz represión que ésta ejerció sobre los españoles«. La plataforma por la Comisión de la Verdad ha instado en una carta a Francisco a que suprima la beatificación que este domingo elevará a los altares a 522 mártires del siglo XX en España.
En la misiva, la plataforma -que agrupa a más de cien asociaciones- señala que «bajo la capa de un acto religioso, la jerarquía está haciendo un acto político de afirmación franquista«, que «ensalza a unas víctimas con beatificaciones y canonizaciones en masa y, por otra, olvida a las de la represión franquista, incluidos miembros de la iglesia».
La plataforma asegura que la jerarquía católica mantiene hoy la misma actitud: «Ensalza a unas víctimas con beatificaciones y canonizaciones en masa y, por otra, olvida a las de la represión franquista«
CARTA AL PAPA DE LA PLATAFORMA POR LA COMISIÓN DE LA VERDAD SOBRE LOS CRÍMENES DEL FRANQUISMO ANTE EL ANUNCIO DE PRÓXIMAS BEATIFICACIONES.
Papa Francisco:
La Plataforma por la Comisión de la Verdad (1), que representa a más de un centenar de asociaciones de la memoria democrática, de víctimas y familiares (1) tiene un fin: que se constituya una Comisión de la Verdad sobre los crímenes del franquismo y que, esclarecidos los hechos, haya justicia y reparación a las víctimas.
Usted debe saber que la Iglesia Católica apoyó la sublevación militar de Franco contra la República Española en 1936, consideró la guerra civil como «una cruzada» apoyando a los generales sublevados, legitimó su dictadura fascista y la feroz represión que ésta ejerció sobre los españoles. Durante los años de la dictadura, en todos los tiempos católicos de España se recordaba a las víctimas de un lado, el franquista: «Caídos por Dios y por España» y se olvidaba a lo centenares de víctimas del franquismo, incluidos miembros de la Iglesia (curas vascos asesinados, laicos luchadores por la justicia y la libertad, curas de la cárcel de Zamora…).
Muerto el Dictador nada cambió. Durante el actual período democrático la Jerarquía católica española ha perpetuado esta misma línea de actuación. Por una parte,ensalza a unas víctimas con beatificaciones y canonizaciones en masa y, por otra, olvida a las de la represión franquista. Entendemos que cada uno tiene derecho a hacer lo que quiera para honrar a sus víctimas, pero no a utilizarlas para obtener privilegios del Estado y olvidarse de las otras víctimas. Y menos que lo haga con la aureola de la «paz y la concordia». Nos parece una postura hipócrita y cínica cuando la Iglesia fue parte de las fuerzas que provocaron las víctimas con la guerra y con su dictadura.
Nos ha dejado consternados el anuncio de que 522 personas van a ser beatificadas como «mártires de la Fe». Lo que no nos sorprende, pero confirma lo que decimos.
Por otra parte, vemos que la Jerarquía Católica con este «ensalzar a sus víctimas» y olvidarse de las que produjo la dictadura franquista se reafirma en su empecinamiento de apoyo y legitimación del franquismo y colabora en que éste siga presente en la democracia española después de muerto el Dictador y así la Iglesia (Jerarquía y clérigos) sigan manteniendo su dominio y privilegios en España. Respecto a las víctimas, a la Jerarquía no le ha movido la concordia, la paz, la justicia, la humanidad… le ha movido el poder y los privilegios apoyando y legitimando al franquismo.
La Plataforma por la Comisión de la Verdad se ha constituido porque el Estado, después de 35 años de democracia con distintos gobiernos, no solo no ha mostrado interés si no que ha puesto obstáculos a buscar la verdad sobre los crímenes de la dictadura franquista. Como han recordado distintos organismos internacionales, y recientemente el Grupo de trabajo de la ONU sobre desapariciones forzadas, el Estado tiene la obligación de asumir la tarea de investigar el paradero de esas víctimas de desaparición por la represión franquista y de los niños robados durante la dictadura y hasta fechas recientes.
Recibimos noticias de su personal actitud humanitaria ante la vida, los hechos sociales y políticos y es por eso por lo que, con el respeto debido, nos dirigimos a usted para exigir que la Iglesia Católica:
1º) Pida perdón a los españoles por haber apoyado y legitimado la rebelión militar y la dictadura de Franco que tantas víctimas causó.
2º) Apoye a las víctimas del franquismo para buscar la verdad, la justicia y su reparación.
3º) Suprima la beatificación prevista para el día 13-10-2013. Porque, bajo la capa de acto religioso la jerarquía está haciendo un acto político de afirmación franquista ya que ensalza a unas víctimas y olvida, como siempre, a las víctimas de la dictadura.
Un cordial saludo.
http://www.comisionverdad.fibgar.org/
http://comisionverdadfranquismo.com/
Del mismo modo, la Plataforma per la Laïcitat i la Dignitat ha tachado de acto «contra la memoria histórica» la beatificación de 522 mártires del siglo XX que se celebrará el domingo en Tarragona, y ha considerado una injusticia que la Iglesia reconozca a los que considera partidarios de una cruzada franquista. Representantes de la plataforma entregaron este jueves al arzobispo de la diócesis, Jaume Pujol, un manifiesto apoyado por 1.700 personas y unas 60 entidades, en el que consideran la ceremonia un «acto político y también un insulto» a quienes perdieron sus familiares y sufrieron la represión.
En declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Europa Press, Pujol ha recordado que los obispos catalanes ya dijeron en una carta pastoral de 2011: «Somos conscientes de las carencias y errores que como miembros de la Iglesia hemos podido cometer en un pasado cercano y humilmente pedimos perdón».
Pujol ha señalado que la celebración de las ceremonias la jornada siguiente del Día de la Hispanidad es «pura coincidencia» y que el acto estaba previsto para el 20 de octubre, fecha en que XVI convocó una jornada de familias. «Nosotros queremos que este acto sea puramente religioso» y no político, ha insistido el arbobispo de Tarragona, que tiene más de 800 voluntarios para la organización de la jornada, en la que se espera a 25.000 participantes.
Éste es el manifiesto (en catalán):BEATIFICACIONS CONTRA LA MEMÒRIA HISTÒRICA
El juliol de 1936 una part de l’exèrcit, amb els generals Mola i Franco al capdavant, induïts i subvencionats per l’oligarquia financera i els terratinents, i amb el suport i la benedicció de la jerarquia de l’església catòlica (excepte el cardenal Vidal i Barraquer), varen dur a terme un cop d’estat contra el govern legítim de la República, que havia estat elegit democràticament pel poble. L’esglÉsia ho va qualificar de «creuada». Això va suposar tres anys de guerra i centenars de milers de víctimes mortals; ferits, empresonats, afusellats, exili, i quaranta anys de repressió i dictadura que van comptar sempre amb la benedicció i el suport de l’església.
Pel que fa a les víctimes, només es varen reconèixer, indemnitzar, premiar i afavorir les famílies del bàndol dels vencedors, mentre que en el bàndol dels vençuts, ni encara ara s’ha permès cercar molts d’aquests desapareguts.
I en un acte més d’injustícia, el pròxim dia 13 d’octubre, la jerarquia de l’església catòlica beatificarà a Tarragona més de 500 «màrtirs» d’aquella «creuada»,originaris d’arreu de l’Estat.
És obvi que l’església catòlica pot beatificar qui vulgui, però cal tenir ben clar que aquestes beatificacions són un acte polític, i també un insult als qui van perdre els seus familiars i van patir repressió.
La dictadura franquista va suposar per a nosaltres la pèrdua dels drets democràtics: laborals, socials, polítics i nacionals, mentre que l’església catòlica ampliava els seus privilegis amb el concordat i un tractament especial del qual, 35 anys després que la Constitució hagi declarat l’estat «aconfessional», encara continua gaudint. Aquests privilegis ens costen anualment més de 10.000 milions d’€. L’església no paga impostos per les seves activitats econòmiques, no paga IVA ni IBI, imposa l’assignatura de religió a l’escola pública, ataca els drets civils i democràtics, discrimina les persones per la seva orientació sexual, nega el dret de les dones a decidir sobre el seu propi cos, etc.
Per totes aquestes raons, demanem a les institucions públiques, a l’Ajuntament de Tarragona, la Diputació, el Consell Comarcal, la Generalitat, etc. QUE NO ES DONI SUPORT A AQUEST ACTE, NI S’HI DESTINI NI UN CÈNTIM DE DINER PÚBLIC.
Cridem, doncs, la ciutadania de Tarragona, a mostrar el seu rebuig a aquestes beatificacions que ofenen, discriminen i no contribueixen en res a superar les ferides encara obertes en la nostra memòria històrica.