Una mayoría de los obispos se "rebeló" al candidato de Rouco, y se propusieron dos candidatos: Gil Tamayo y Ginés.
(Jesús Bastante).- No era el candidato del aparato (fue presentado por varios obispos a la Permanente, al igual que Ginés García Beltrán), pero José María Gil Tamayo se convirtió en secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal en primera votación con 48 votos, por 17 del obispo de Guadix y 12 del candidato del cardenal Rouco Varela, César Franco, que pone de manifiesto, al fin, la primera derrota del purpurado en la Casa de la Iglesia.
El jefe de prensa de la Conferencia Episcopal, Isidro Catela, se presentó en solitario -mañana aparecerá el sacerdote, que se encontraba en Badajoz. Y lo hará sin Martínez Camino-, para justificar una votación que en, su opinión, demuestra la «comunión entre los obispos». Lo cierto es que el Comité Ejecutivo, con Rouco al frente, tenía un candidato claro: César Franco.
Pero una mayoría de los obispos se «rebeló», y se propusieron dos candidatos: Gil Tamayo y Ginés. Ellos dos y César Franco entraron finalmente en la terna. «Que Dios les perdone» contó Catela que le dijo Gil Tamayo, quien en estos momentos se encuentra de camino para presentarse ante los obispos.
Fue el cardenal Rouco quien le dio la noticia. «Nos dijo que su madre lloraba«, aclaró Catela, quien no quiso desvelar en público su futuro, que se presenta lejos de la Casa de la Iglesia. Sí apuntó que hubo un cambio formal de última hora, y fue que Camino hubo de renunciar, pues si no hubiera debido permanecer en el cargo seis días más.