El Obispo de Tarazona se reserva cautelarmente la aplicación de las normas canónicas correspondientes
Los ciudadanos de Borja han mostrado su «sorpresa» e «incredulidad» ante la detención del párroco de la Colegiata de Santa María, Florencio Garcés, de 70 años de edad, y así lo han hecho notar este sábado en una concentración de apoyo, que ha dado comienzo a las 12.00 horas en la plaza del Ayuntamiento y ha durado una media hora.
El alcalde de la localidad zaragozana, Francisco Miguel Arilla, quien también ha estado presente en la protesta, ha afirmado que los vecinos no se esperaban «para nada» la detención del párroco, y ha destacado que han transmitido su sorpresa a la corporación municipal.
Florencio Garcés ha sido detenido en la tarde de este viernes por la Guardia Civil por su presunta implicación en un delito continuado de apropiación indebida de fondos de una parroquia, dos delitos de simulación de delito, un delito continuado de abusos sexuales y un delito de coacción y blanqueo de capitales.
El sacerdote había presentado dos denuncias de índole patrimonial y, según las investigaciones podría haberse apropiado de los fondos de una parroquia, por una cuantía de 210.000 euros, de los cuales 146.000 fueron detraídos entre los meses de abril y noviembre.
Arilla ha añadido que piensan que el párroco «no ha cometido ningún delito» y que «le han podido engañar». Por ello, numerosos borjanos convocaron en la noche de este viernes una manifestación de forma espontánea, a través de las redes sociales y teléfonos móviles.
La concentración de este sábado ha sido bastante tranquila, dado que muchos de los habitantes de la localidad se encontraban trabajando en la recogida de la oliva. La de anoche «ha sido más numerosa», ha confirmado el alcalde, quien ha referido que «la mitad de la plaza estaba llena de gente».
Anoche, pocas horas después de la detención, la protesta se trasladó hasta la carretera de Zaragoza-Soria, donde se encuentra situado el puesto de le Benemérita en Borja, mientras que este sábado se ha limitado a la plaza del Ayuntamiento. «No creemos que el párroco haya hecho todo lo que dicen, lleva aquí toda la vida y siempre ha estado ayudando a los demás. Todo es falso, si ha hecho algo ha sido bajo amenaza, porque le han engañado o por ayudar a alguien», ha recalcado María Pilar, una vecina de la localidad mientras participaba este viernes en la protesta.
Los ciudadanos están sorprendidos e indignados. «Hay cosas que ves venir, pero esto ha caído como un jarro de agua fría, una sorpresa que nadie esperaba», ha aseverado el alcalde de Borja. En declaraciones a Europa Press, Francisco Miguel Arilla, ha mencionado que «en ningún momento» se ha acercado a él ningún vecino de Borja para quejarse sobre el párroco, ni antes ni después de que fuese detenido, «más bien al contrario», dado que sí que le han mostrado su «indignación» por los hechos.
Otra de las quejas que ha señalado que han tenido algunos borjanos ha sido el «amplio» dispositivo que consideran que desplegó la Benemérita para detener al párroco, «aunque entiendo que esto corresponde al protocolo que tiene la Guardia Civil».
El alcalde de Borja ha insistido en que los cargos que se le imputan al párroco «no tienen nada que ver con el Eccehomo», dado que el Santuario Nuestra Señora de la Misericordia, en el que se encuentra la obra, está gestionado por la Fundación Sancti Spiritus, de la que Arilla es presidente. «Además, en la vida de la Fundación nunca ha habido 200.000 euros, la entrada para ver el Ecce Homo cuesta un euro, así que es imposible que los haya sacado de ahí, a parte de que no lo gestiona», ha aseverado. Respecto a las misas en la Colegiata de Santa María, donde oficiaba Florencio Garcés, el vicario de la Diócesis de Tarazona, Esteban Aranaz, es el que, por el momento, se ocupará de ellas, ha concretado el alcalde.
Por su parte, el Obispado de Tarazona, diócesis a la que pertenece el sacerdote Florencio Garcés Argudo, párroco de Borja, ha mostrado su sorpresa y estupor, por su arresto este viernes por la mañana en su residencia.
El Obispado pide, desde el comunicado, que se mantenga la presunción de inocencia del sacerdote, «con la confianza en el buen hacer de los jueces y el ministerio fiscal», explica la nota. Añade, además la disposición, por parte de los responsables de la diócesis turiasonense, a colaborar con la justicia en el esclarecimiento de los hechos que se le imputen.
Además, añade que el Obispo de Tarazona se reserva cautelarmente la aplicación de las normas canónicas correspondientes.
(Rd/Agencias)