La dificultad –imposibilidad para la mayoría de ellos- de ser y ejercer de obispos, al estilo “franciscano” del Papa, les demanda ya su renuncia
(Antonio Aradillas).- Sin rebozo alguno, con evangelio y desde la perspectiva de los años pasados «pastoreando» la diócesis de Málaga, su obispo emérito, ya jubilado, Ramón Buxarrais, dedicado ahora con intensidad mayor a atender a los pobres, confesó recientemente en una entrevista centrada en el tema, «estar arrepentido de haber aceptado en su día el nombramiento de obispo…»
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