"Las migraciones son una oportunidad para hacer de este mundo un lugar mejor"
(Jesús Bastante).- Las vallas cortantes de Melilla «son lamentables», y no se soluciona nada con «puras medidas restrictivas». El obispo de Albacete y presidente de la Comisión de Migraciones, Ciriaco Benavente, criticó la cerrazón del gobierno español y de Europa a la hora de preocuparse por el fenómeno de las migraciones. «Que el derecho a la salud tampoco se vea restringido», añadió, refiriéndose a la exclusión de estas personas de los servicios de salud públicos o a la situación que se vive en los CIEs.
«Ha100do un mundo mejor». Con este juego de palabras, el domingo 19 de enero se celebra la Jornada Mundial de las Migraciones. En su centenario, este año lleva por título «Emigrantes y refugiados: hacia un mundo mejor», y la campaña prueba cómo la ignorancia lleva al desconocimiento y a la dificultad para la integración de las personas migrantes.
Para esta jornada, se ha elaborado un vídeo, que lleva por título «Un solo corazón», y en el que se muestran imágenes de varias personas a la orilla de una playa (la de la Malvarrosa, en Valencia), en cuya arena se lee «Los inmigrantes son un peligro» Entre todos, ayudan a borrar el mensaje por «Los ignorantes son un peligro». Todo ello con música de Santos Uría y con la colaboración de la Archidiócesis de Valencia.
Tras el vídeo, el delegado de Migraciones, José Luis Pinilla, sj, apuntó algunas claves de esta celebración centenaria, que intenta «subrayar una alegría y un desafío». La alegría: «comprender y constatar cómo la Iglesia lleva muchos años trabajando con este tipo de exclusión, siguiendo el mandato de Jesús, que también fue inmigrante en Egipto. ‘Fui inmigrante y me acogisteis'». El desafío: «Todos estamos en camino hacia algo, todos tenemos un horizonte».
«Es un desafío permanente, por todo lo que significa la inmigración hoy en España, por lo que representa la presencia de más de seis millones de inmigrantes entre nosotros», añadió Pinilla, quien denunció «las restricciones de todo tipo, que lo que provoca es redoblar el trabajo que la sociedad española y la Iglesia han realizado en acogida a los inmigrantes». Una tarea que «no es fácil en el contexto socioeconómico de crisis que estamos viviendo». Aun así, «los inmigrantes son un enriquecimiento».
«El Estrecho es un icono, como Arizona o Lampedusa», recalcó el jesuita, quien denunció que la actual sociedad es «restrictiva con los inmigrantes». Recogiendo el impulso del Papa Francisco que «lleva en su ADN su condición de inmigrante», la CEE reconoce «su sensibilidad hacia este mundo, que nos hace redoblar esfuerzos y conocimiento de una realidad que es imparable».
En el futuro, aseguró, Europa necesitará «entre 30 y 50 millones de inmigrantes», lo que supondrá «un nuevo paradigma cultural», por lo que hay que evitar «cualquier tentación de guettización».
Por su parte, el obispo de Albacete y presidente de la Comisión, Ciriaco Benavente, explicó el contenido fundamental del mensaje del Papa, «que nos está hablando también con hechos, como cuando se desplazó a Lampedusa, símbolo de esa tragedia, donde él no sólo pretendió orar por los que mueren, sino también darnos una sacudida a Europa y el mundo ante esta realidad, que era un vergüenza».
En el mensaje para la jornada, Francisco destaca que estamos ante «un mundo interdependiente» en el que «todos los hombres compartimos una serie de sueños y esperanzas», pero donde también «la violencia y la pobreza» impiden llevar a cabo esas legítimas aspiraciones.
En este punto, recalcó Benavente, «el Papa apunta el fenómeno de la trata de personas«. «Nos insiste en que los inmigrantes no son peones en el tablero de la humanidad, son personas». De ahí que el Papa invite a «afrontar el hecho de las migraciones de una manera colectiva». También en los países de origen, mejorando las condiciones económicas y superando los prejuicios.
Finalmente, el mensaje papal nos habla de «una Iglesia evangelizadora, que nos invita a ver en los demás el rostro mismo de Cristo», y que no vea al emigrante como una fuerza de trabajo basada en la productividad. «La grandeza del inmigrante, como la de todo hombre, es que es imagen de Dios».
«Las migraciones son una oportunidad para hacer de este mundo un lugar mejor», concluyó el obispo de Albacete.
Vídeo de la campaña: