Necesitamos corazones generosos, alegres, tocados por la voz del Buen Pastor que quiere enviarlos como mensajeros de la buena noticia del Evangelio
Hoy se celebra el Día del Seminario. Con un lema muy «franciscano»: «La alegría de anunciar el Evangelio«, y un repunte en el número de seminaristas, un total de 1321 en España. Como es habitual, numerosas cartas de obispos, entre la que destaca la del arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, quien se despacha apuntando que «el Papa no es el «jefe», ni el que detenta el poder supremo, como si habláramos de una multinacional».
«Sobran malos ejemplos, vidas sin atracción para los demás fieles cristianos; necesitamos más limpieza de intención, más vivir una vocación de seguimiento de Jesucristo hasta dar la vida, y más implicación evangelizadora y misionera. Nos urge conseguir la alegría de anunciar el Evangelio», añade Braulio.
Por su parte, el arzobispo de Valladolid y nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, también tuvo palabras para el Día del Seminario con un llamamiento a la vocación sacerdotal. No solo agradeció su aptitud y presencia a los emocionados seminaristas allí atentos a cada gesto y expresión del nuevo presidente de todos los obispos de las diócesis de Españal acercándoles la pregunta: «¿Por qué no puedes ser tú sacerdote?» y explicando que «cuando el señor llama, se dirige a la interioridad de cada uno y es el corazón el que responde».
Para el obispo de León, Julián López, «necesitamos corazones generosos, alegres, tocados por la voz del Buen Pastor que quiere enviarlos como mensajeros de la buena noticia del Evangelio. Un ejemplo del estilo de los nuevos evangelizadores y pastores que necesita nuestra Iglesia nos lo está ofreciendo cada día el Papa Francisco».