La portavoz del PSOE descalificado la homilía del cardenal como «inadecuadas» y a su juicio particular «indignantes, fuera de lugar y fuera de la realidad»
Como era de esperar, las palabras del cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, haciendo referencia durante el funeral de Adolfo Suárez, a los «hechos y actitudes» que causaron la Guerra Civil «y que la pueden causar», han desatado la indignación y una marea de críticas de todos los estamentos políticos.
Así, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha afirmado que las palabras de Rouco Varela «siembran la discordia» y extiende «la incomprensión». «En teoría, el acto iba a servir para recordar la capacidad para el acuerdo de Suárez, y Rouco Varela hizo justo lo contrario», ha lamentado.
En rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, Erkoreka ha afirmado que el conjunto del Ejecutivo autónomo comparte con el lehendakari que las afirmaciones del Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, sobre «las comunidades históricas» y sus alusiones a las «actitudes» que pueden causar una guerra civil «siembran la discordia» en un momento en el que, «lo que tocaba enfatizar era la memoria de la concordia».
Para Erkoreka, Rouco pronunció una palabras «que suscitaron la indignación y la incomprensión de muchos de los que estaban presentes en la Iglesia» en ese momento. «En teoría, el acto iba a servir para recordar la capacidad para el acuerdo que tenía Adolfo Suárez, el objetivo del acto era recordar la memoria de una persona que mostró una capacidad especial para el acuerdo», ha destacado.
El portavoz del Gobierno vasco ha apuntado que, sin embargo, «lo que hizo Rouco Varela fue justo lo contrario, en lugar de recordar el acuerdo, ha incrementado el desacuerdo y ha extendido la incomprensibilidad por todas partes».
Por otra parte, la líder de UPyD, Rosa Díez, ha censurado la intervención de Rouco por «inapropiada e impropia de un funeral de Estado que merecía un rigor , una seriedad y un respeto que no estaba contenido en su homilía». «Me pareció absolutamente impresentable», ha resumido.
Pero no es su único reproche a la organización del funeral pues también le pareció «completamente inapropiado que durante la Consagración sonara el Himno Nacional».
A su juicio, si España avanzara hacia «lo que debe ser», que es un Estado aconfesional y laico, los funerales católicos dejarían de ser funerales de Estado. «Son esas cosas que, en fin, uno tiene que borrar de nuestra realidad política», sostiene.
En todo caso, mientras eso no suceda, cree que se puede hacer un funeral de Estado siendo «respetuosos» con todos los asistentes y con la persona a la que se dedica, pero precisamente eso «no se produjo» en el caso de Suárez.
Por su parte, el portavoz en el Congreso de IU, José Luis Centella, ha asegurado hoy que el cardenal Antonio María Rouco Varela no debería «levantar fantasmas» sobre la Guerra Civil, y que la jerarquía de la Iglesia Católica «no es la apropiada» para pronunciarse sobre ese conflicto.
En rueda de prensa en el Congreso, ha asegurado que las alusiones de Rouco a la Guerra Civil durante el funeral de Estado por el expresidente Adolfo Suárez no fueron «una aportación a la convivencia», sino que consistieron en «levantar muros» y retrotraer a la sociedad «a tiempos pasados».
Centella ha aclarado que la manifestaciones de Rouco, quien aseguró que hay que superar las actitudes que «pueden causar» una guerra civil, no representan a la inmensa mayoría de los católicos.
La portavoz parlamentaria del PSOE, Soraya Rodríguez, por su parte, ha subrayado que «ha llegado el momento, de forma seria, para que en un país aconfesional, un acto de estado deba ser un acto laico». Rodríguez, que ha descalificado la homilía del cardenal como «inadecuadas» y a su juicio particular «indignantes, fuera de lugar y fuera de la realidad». «Si realmente hubiera querido hablar de la realidad del país en el que vive, podría haber hablado de la caridad cristiana, de los miles de españoles que viven las consecuencias duras de la crisis, del informe de Cáritas sobre la pobreza infantil…», ha sugerido.
Desde el CiU, el diputado Pere Macías aseguró que echó en falta un alegato más «católico» y menos «político» por parte del arzobispo y juzgó «muy desafortunada» la reflexión de Rouco sobre la necesidad de apelar a la «concordia» del expresidente Suárez para evitar una guerra civil.
«Justifica de alguna manera» el golpe de 1936 que desembocó en la Guerra Civil, «un levantamiento ilegal y sedicioso de unos militares fascistas».
En declaraciones en el Congreso antes de participar en la Junta de Portavoces, Macías ha asegurado que, en su opinión, cuando Rouco habló ayer de los hechos que condujeron a la Guerra Civil, «a lo mejor se refiere a los incidentes, a las manifestaciones de los indignados».
«Es grave que achaque la Guerra Civil a esto; fue debido a un levantamiento sedicioso y fascista de unos militares», ha recalcado Macías, quien ha criticado que el cardenal «quiera reinterpretar la historia».
Emilio Olabarría, del PNV, eludió una respuesta más «dura» y admitió que durante la homilía desconectó «transitoriamente» del mensaje de Rouco, pero agregó que reaccionó con «cierta preocupación» cuando fue consciente de lo que había dicho.
ERC tachó de «muy poco cristiano» que el cardenal aprovechara para invocar «el espectro» de la Guerra Civil. «Desde un punto de vista personal, como persona educada en la tradición cristiana, me pareció muy poco cristiano invocar la guerra, la herencia de la guerra o el espectro de una guerra», ha comentado en el Congreso.
Finalmente, la portavoz del PP vasco, Laura Garrido, ha rechazado hoy las palabras pronunciadas ayer por el cardenal Rouco Varela en el funeral de Estado del expresidente Adolfo Suárez, ya que a su juicio la democracia española «para nada» está cuestionada.
Garrido ha opinado, a preguntas de los periodistas durante una rueda de prensa en la Cámara vasca, sobre la homilía de Rouco Varela, que animó a las autoridades presentes en el funeral a seguir el ejemplo de Suárez para garantizar la concordia de los españoles «y sus comunidades históricas» y superar las actitudes que «pueden causar» una guerra civil.
«El PP vasco para nada entiende que la democracia pueda ser cuestionada», ha recalcado Garrido.
Ha añadido que en España la democracia está «consolidada» y ha proporcionado estabilidad en los ámbitos político, institucional, económico y social.
Garrido ha destacado la necesidad de buscar el consenso y el acuerdo en la vida política pese a que «determinadas actitudes» de «otros» lo hagan difícil.
En este sentido, ha puesto el ejemplo de Suárez, que buscó el consenso en momentos «muy complicados» y que antepuso siempre el interés general.