Miles de familias españolas, y también madrileñas, a día de hoy necesitan ese "auxilio material y espiritual" que el Padre Ángel encarna
(Irene López Alonso)- Con dos elocuentes obras de la pintura el presidente del Patronato del Museo del Prado, don José Pedro Pérez Llorca, retrataba hoy, en la ceremonia de entrega de las Medallas de la Comunidad de Madrid, a dos de los premiados.
La obra de Rafael «El cardenal» le servía para darle las gracias al cardenal Antonio María Rouco Varela por «haberse encargado durante tantos años de las cuestiones de Madrid». Y lo cierto es que el gesto del cardenal-arzobispo de Madrid, serio y concentrado durante todo el acto de entrega de las condecoraciones, recordaba al retrato del maestro italiano.
Rouco ha sido distinguido esta mañana del dos de mayo con la Medalla de la Comunidad de Madrid en su categoría de oro, compartiendo título póstumo con el recientemente fallecido Luis Aragonés y con el ya mencionado Museo del Prado.
En la misma ceremonia, celebrada en el edificio de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol y ante todos los miembros de la Asamblea, han sido galardonados también con la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo el doctor Pedro Guillén, el joven cocinero David Muñoz, el actor José Luis Gómez y el Padre Ángel García, fundador y presidente de la ONG Mensajeros de la Paz.
«Este cuadro me gusta porque refleja la humanidad tal cual es, y por eso me hace evocar al Padre Ángel», ha explicado Pérez Llorca durante su ponencia, escogiendo esta vez para ilustrar la figura del premiado «El vino en la fiesta de San Martín» de Bruegel, una reciente adquisición del Prado.
«El Padre Ángel no sólo se ha quitado la mitad de su capa para vestir a los pobres, sino que ha creado un sistema para que todos demos nuestra capa a los que la necesitan«, ha declarado el representante del museo.
Tras la imposición de las bandas con las medallas, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha pronunciado también unas palabras sobre los premiados, ante un público entre el que se encontraban la alcaldesa de Madrid Ana Botella, la Delegada de Gobierno Cristina Cifuentes, el ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón, el portavoz del Partido Socialista en el Ayuntamiento de Madrid Jaime Lissavestzky y el secretario general del PSM Tomás Gómez. Y aunque el político popular no ha vuelto a recurrir al símil de las pinturas, los cuadros con los que Pérez Llorca había comparado tanto al cardenal Rouco como al Padre Ángel quedaban como telón de fondo de sus palabras en la mente de los asistentes.
Así, el reconocimiento que Ignacio González ha hecho de la «talla intelectual y moral» de Rouco Varela, de su «constante preocupación por el bien común» y de los 20 años de trabajo al frente de la diócesis de Madrid y de la Conferencia Episcopal Española, encajaban perfectamente con el color púrpura de la obra de Rafael, y con el rostro serio y sereno del cardenal inmortalizado.
González ha agradecido especialmente al cardenal-arzobispo de Madrid el éxito de «la multitudinaria Jornada Mundial de la Juventud de 2011, que llevó el nombre de Madrid a todos los rincones del planeta».
Por otro lado, mientras el presidente de la Comunidad reconocía la «labor de protección» del Padre Ángel García, cobraban sentido los detalles de la obra de Bruegel, en la que aparecen hombres y mujeres desesperados por comer, agolpándose alrededor de una mesa, en una escena que, traída a la actualidad como ha sugerido Pérez Llorca, hace pensar en las miles de familias españolas, y también madrileñas, que a día de hoy necesitan ese «auxilio material y espiritual» que el Padre Ángel encarna.
«El Padre Ángel ha dedicado su vida a la solidaridad y a servir a los demás de forma altruista, llevando su mensaje de paz a través de las fronteras», ha dicho González. Y una vez más la imagen de Bruegel ha resultado acertada: Un retrato de los desfavorecidos.
