He estado mirando estadísticas y la violencia de género era muchísimo menor
(J. Bastante/Agencias).- Tras el escándalo, la reacción. Necesaria, pero muy tenue. El Obispado de Jaén ha emitido esta mañana una breve nota en la que manifiesta «su más absoluta condena y repulsa del drama de la violencia de género«, después de que Pedro Ruiz, párroco de Canena, afirmara durante unas Primeras Comuniones que «hae 30 años, un hombre se emborrachaba y le pegaba a la mujer, pero no la mataba«.
El comunicado, además, pide «disculpas» en su nombre y en el de Ruiz «por si sus expresiones han podido dar lugar a equívoco en su postura en contra de toda clase de violencia hacia las mujeres».
«Reiteramos la defensa de la dignidad de la mujer en consonancia con la Doctrina de la Iglesia y nuestra frontal oposición a la violencia de género en todas sus dimensiones«, concluye el comunicado de la diócesis pastoreada por
Por su parte, el sacerdote, en un burdo conato de disculpas, habla de «distintas percepciones» sobre sus palabras. Según ha afirmado a distintos medios, «existe lo que se llama la teoría del mal menor» y de acuerdo con ella «pelearse es menos malo que matarse».
Esa defensa del «mal menor» la realizó durante una misa en la que aseguró que hace más de 30 años los maridos se emborrachaban y pegaban a sus mujeres pero no las mataban. Una frase que refrenda al decir que «he estado mirando estadísticas» y la violencia de género «era muchísimo menor». Admite que entonces estas situaciones solían esconderse y no se contabilizaban pero insiste en que «hoy se ha disparado».
En cualquier caso, el sacerdote subraya que no ha justificado la violencia hacia las mujeres, ni de otro tipo, en ningún momento porque «para mí las mujeres son lo más bonito que ha hecho Dios». Su pretensión era arremeter contra lo que califica como «relativismo moral». Cuesta creerlo.
Este sacerdote entiende que «al ser el hombre la medida de todas las cosas» tiene capacidad para dictar normas que cambian en función de la formación ética, política o social y que es esto lo que hace que «piense que algo es bueno o malo si es bueno o malo para mí». En esa línea señala que los cambios legislativos responden a intereses personales o políticos «porque las leyes las hacen los hombres«.
Éste es el comunicado del Obispado de Jaén:
Ante la polémica suscitada en los medios de comunicación por las palabras de D. Pedro Ruíz, párroco de Canena, en la homilía de la Eucaristía del pasado domingo, el Obispado de Jaén quiere manifestar su más absoluta condena y repulsa del drama de la violencia de género.
En este sentido se une a las palabras de disculpa que el párroco ha manifestado por si sus expresiones han podido dar lugar a equívoco en su postura en contra de toda clase de violencia hacia las mujeres.
Reiteramos la defensa de la dignidad de la mujer en consonancia con la Doctrina de la Iglesia y nuestra frontal oposición a la violencia de género en todas sus dimensiones.