Había una carencia de liderazgo mundial, y de pronto alguien se levanta y enseña un camino, que es el del amor, la paz, el socorro, la justicia social...
La prensa de habla hispana del mundo entero fijó su atención en José María Gil Tamayo (Zalamea de La Serena, 1957) durante el proceso de elección de nuevo Papa que se abrió tras la renuncia de Benedicto XVI. Él fue el portavoz de la Santa Sede para los medios hispanos, el encargado de desentrañar, en lenguaje llano y tono pedagógico, las claves de un momento histórico en la historia de la Iglesia Católica. Secretario general de la Conferencia Episcopal Española desde noviembre del año pasado, su posición y su formación le sitúan como un referente para analizar desde dentro todo lo que está sucediendo en la Iglesia actual. Es sacerdote desde 1980 y licenciado en Estudios Teológicos y en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra. Todo ese bagaje estará a disposición de los asistentes a la charla que dará el jueves, día 22, en la sede del Colegio Oficial de Farmacéuticos (calle Ramón Albarrán, número trece), a las ocho y cuarto de la tarde, dentro del ciclo de conferencias Aula HOY.
– ¿A qué se refiere con el título de su conferencia, ‘La propuesta del papa Francisco:una iglesia en salida’?
-A una idea muy arraigada en él, ya desde cuando era cardenal. Estando en Sede Vacante (periodo entre la renuncia de un Papa y el nombramiento de su sustituto), durante el turno de intervenciones de los cardenales, el cardenal Bergoglio pidió que la Iglesia no fuera algo autorreferencial, dijo que debía ser una Iglesia en salida, que aunque se constipase, debía ir a las afueras, estar en la calle, con los que sufren.
Para leer la entrevista completa, pinchea aquí