Yago de la Cierva: "Las instituciones que comunican bien no suelen ser las que hablan mucho, sino las que escuchan más"
(Jesús Bastante).- Los españoles son católicos, pero menos, y están más preocupados por la función social y cultural de la Iglesia que por su mensaje moral. Un 62,7% se declara católicos, según una encuesta de la Fundación Carmen de Noriega que se ha presentado esta mañana en Madrid. Cifras bastante alejadas de las que plantea el CIS.
Católicos orgullosos de su Iglesia, apuntan los datos, que reflejan que seis de cada diez encuestados valoran positivamente la misión cultural y social de la institución, y que la mitad la consideran «un hogar espiritual». Un 48% creen que la Iglesia es fundamental para la conservación del patrimonio, mientras que el porcentaje ya no es mayoritario a la hora de discernir si su mensaje «ayuda a vivir moralmente» (44%) o si su labor social «ahorra dinero al Estado» (41%).
La encuesta refleja datos interesantes. Así, el 64% de los preguntados incide en que la realidad de la Iglesia no está bien reflejada en los medios de comunicación, aunque el 48% (el 51% de católicos) culpa a la institución de «no preocuparse demasiado de comunicar su mensaje y su labor». «No es específico de la Iglesia, sino que la sociedad cada vez es más exigente», apuntó Narciso Michavila, responsable de GAD3 -empresa que ha llevado a cabo la encuesta-. «Se cuestionan que, en buena medida, la Iglesia es responsable«.
Buena parte de las preguntas sólo se han formulado a los católicos practicantes. Con cifras cuando menos curiosas: así, las mayores celebraciones familiares son los Reyes Mayos (92,9), poner el Belén (89,1), ir al cementerio el día de difuntos (78,2) o participar en las procesiones de Semana Santa, actividades menos sacramentales. Por contra, el 46% participa en actividades de la parroquia, un 36,8 rezan juntos en casa y un 34,2 por ciento lee la Biblia o textos religiosos.
Michavila apuntó que el católico que asiste a misa considera que el sacerdote ve la misa casi como una obligación, y no el centro de su misión (54,1 frente al 28,3). Lo que menos gusta al católico en la Eucaristía es la homilía, y lo que más, la paz, la consagración y la comunión.
Por su parte, Yago de la Cierva, experto en comunicación de la Iglesia, subrayó que «las instituciones que comunican bien no suelen ser las que hablan mucho, sino las que escuchan más». En este punto, incidió en tres mensajes. En primer lugar, la «divergencia» entre la información sobre la actividad de la Iglesia y la imagen que de ella tiene la gente. «Hay que mejorar», indicó, subrayando que «la Iglesia debe seguir en el camino de la profesionalización de la comunicación«. Una profesionalización que también debe darse entre los «directivos», los responsables de diócesis y congregaciones.
Para los medios, la Fundación recomendó seguir insistiendo en la profesionalización. «Conseguir que la información religiosa tenga los mismos estándares de calidad que el resto de sectores«, apuntó De la Cierva, quien pidió «salir del campo de la opinión y dar más cancha a la información».
El segundo aspecto se refiere a las homilías. «Los fieles defienden al párroco, pero piensan que no se toma en serio la preparación de las homilías«, añadió Yago de la Cierva. «Estos datos son una oportunidad para llegar mejor».
Finalmente, incidió en la «conexión» con lo que está haciendo el Papa. «Francisco ha puesto en primer lugar la comunicación interpersonal. Cuida mucho las homilías, predica todos los días, y ha dejado para un segundo momento toda la reforma de la estructura comunicativa», añadió De la Cierva. «Lo primero es la relación con las personas, y luego las estructuras«.
El «efecto Francisco» también se está dando. «Si el líder cambia, también los sacerdotes. Ya hay curas que están preparando mejor las homilías, cuidándolas más».
«Católicos que votan por los pies», es el criterio de los católicos a la hora de elegir dónde ir a misa. La homilía es lo más importante, aclaró Yago de la Cierva.
Desde la fundación, apuntó Maria Lacalle, responsable de la misma, añadió que esta encuesta es el primer paso para fomentar la profesionalización en la comunicación en la Iglesia. «Hay que prepararse la homilía«, señaló. La preparación y la brevedad son otros de los puntales, pues «en diez minutos se pueden decir muchas cosas si se está bien preparado. Si no lo estás, acabas divagando y la gente desconecta».
Desde la Fundación, se están organizando cursos para sacerdotes, incluso para obispos. Uno organizado desde la Conferencia Episcopal congregó a 13 prelados, mientras que otro fue convocado por la Conferencia Episcopal Tarraconense, al que acudieron todos los prelados catalanes.