"La ideología de género no rige en la Iglesia católica", apuntó Gil Tamayo sobre la inclusión de la llamada a la castidad o el hecho de que se nace de una determinada identidad sexual en el texto del Catecismo
(Jesús Bastante).- Los obispos se alegran del descenso en las cifras del paro, «una noticia que es un bien para todos», según apuntó este mediodía el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo. Durante la presentación del Catecismo «Testigos del Señor», el portavoz de la CEE subrayó que «tenemos que aunar fuerzas para que esa recuperación llegue a todas las familias, especialmente a las más necesitadas».
«Siempre la bajada del paro es un bien para todos, y tenemos que seguir trabajando para mejorar», añadió Gil Tamayo, quien también aprovechó la rueda de prensa para «manifestar nuestro dolor por el secuestro y asesinato de los tres jóvenes judíos, y señalar nuestra repulsa, condena y cercanía con el pueblo judío, tan masacrado en otras circunstancias».
El portavoz de la CEE también pidió que «la justicia siga el itinerario de la promoción de la paz» tal y como Francisco lo reclamó en el histórico encuentro de oración junto a Simon Peres y Mahmoud Abbas, al tiempo que quiso unirse a los creyentes musulmanes que celebran el Ramadán, reclamando «el don de la paz» e instando a que «las tres grandes religiones contribuyan a la paz».
Sobre «Testigos del Señor», Gil Tamayo señaló que este catecismo es el segundo de la Conferencia Episcopal, «un documento que condensa la fe que ha de ser enseñada y vivida». «Testigos del Señor» es el catecismo orientado para niños y adolescentes entre 10 y 14 años, que ahora se publica tras recibir la recognitio vaticana. «Lo que se hace es encuadrar los grandes contenidos de la fe que expone la doctrina católica al mundo de los adolescentes, y al ambiente en el que ellos se mueven».
Enseñar a dar cuenta de su fe «en el ámbito de la cultura, de la escuela», dando testimonio de «aquellos que quieren dar testimonio del Evangelio en sus pandillas, en el ámbito juvenil, de sus parroquias, en el deporte», en una sociedad marcada por las nuevas tecnologías y las redes sociales.
«La ideología de género no rige en la Iglesia católica», apuntó Gil Tamayo sobre la inclusión de la llamada a la castidad o el hecho de que se nace de una determinada identidad sexual en el texto del Catecismo. «Sí tenemos que indicar a nuestros jóvenes cuáles son nuestros principios«. «Si metemos un self service, no sería un Catecismo de la Iglesia, sino un periódico que quedaría antiguo al día siguiente».
Amadeo Rodríguez Magro, obispo de Plasencia, se preguntó «qué puede parecer interesante a la sociedad de un Catecismo, que en principio parecería un documento interno para los cristianos». «Estamos formando, y ‘haciendo’ cristianos permanentemente, y especialmente en este siglo XXI, y en el Catecismo se recogen las claves para que el cristiano, desde su identidad de creyente, tenga una aportación necesaria en la sociedad, desde los valores evangélicos».
«La Iglesia, desde el Concilio Vaticano II, ya no piensa sólo ‘ad intra’, sino también ‘ad extra’. Y este Catecismo está pensado hacia dentro, pero también hacia fuera de la Iglesia», apuntó el prelado, quien incidió en que «nos gustaría que, una vez terminado este proceso, los chicos y chicas se convirtieran en, como dice el título, ‘Testigos del Señor'».
«Tenemos que huir de la preparación ‘para’ los sacramentos, sino ‘en’ los sacramentos«, indicó Rodríguez Magro, dejando claro que el cristiano no sólo debe serlo para recibir el Bautismo, la Primera Comunión o la Confirmación. A su vez, anunció que los obispos «no renunciamos a tener un libro de la fe más amplio».
Joan Amic, uno de los especialistas que han trabajado en la elaboración del mismo, incidió en que «el Catecismo es obra de los obispos». Por su parte, Juan Luis Martín, director del secretariado de la Subcomisión de Catequesis, añadió que espera que sirva par «personalizar la fe». «Es un libro que no sólo merece la pena, sino que merece la alegría». «Qué quiere decir el Señor a través de los personajes, que personajes intervienen», son algunas de las claves del nuevo Catecismo, apunto Martín.
El catecismo «Testigos del Señor» consta de 50 temas divididos en 5 partes, inspiradas en los grandes momentos del desarrollo de la Vigilia pascual: Jesucristo es la Luz; Jesucristo es la Palabra; Jesucristo es la Verdad; Jesucristo es la Vida, y Jesucristo es el Camino.
Para facilitar su manejo, a cada parte se le ha asignado un color relacionado con la temática que desarrolla:
El naranja, color que representa la luz de Jesucristo, diferencia la primera parte, en la que se anuncia quién es Dios y quiénes somos nosotros. La segunda parte se señala en verde, color de la esperanza que da la Palabra de Dios. El morado de la tercera parte invita a acoger la verdad de Cristo, Salvador y Señor. En la cuarta parte, el color azul hace referencia al agua del Bautismo que da paso a una vida nueva. Para la quinta y última parte se utiliza el rojo, color del Espíritu Santo, que impulsa y ayuda a vivir a los cristianos.
Cada tema se presenta con una portada que integra una gran imagen y un texto bíblico. Si unimos ambas cosas al título, nos encontramos con un primer anuncio del contenido de dicho tema. Posteriormente, se desarrollan distintos apartados: una explicación de la fe, una aplicación a la vida del cristiano, una invitación a la oración y un testimonio. El tema también integra recuadros explicativos que introducen preguntas, ideas o conceptos.
«Testigos del Señor» se completa con unas páginas que recogen las principales fórmulas de fe y dan respuesta a 162 preguntas. Se cierra con un Oracional, conjunto de oraciones más comunes que se han ido transmitiendo de generación en generación y que los cristianos siguen rezando hoy.