Toda nación tiene derecho a expresar su opinión acerca de su futuro como pueblo
El abad de Montserrat, Josep Maria Soler, ha defendido este lunes que en el caso de que Cataluña se convirtiera en un estado independiente ello «no debería ser en detrimento de los demás pueblos con los que hay unos vínculos históricos y familiares; no podría ir en contra de la solidaridad».
En la conferencia ‘Hacia unos valores compartidos en un mundo globalizado’, organizada por la Fundación Agbar, ha reiterado su defensa al derecho a la consulta a la luz de la doctrina social de la Iglesia, a la que también se acogen los obispos catalanes, y que apunta que «toda nación tiene derecho a expresar su opinión acerca de su futuro como pueblo«, ha dicho Soler.
«Desde la Abadía no hemos querido ir más allá de defender la consulta, aunque sí que querría decir que suponiendo que en algún momento llegara la independencia, esto evidentemente no debería ser en detrimento de los demás pueblos», ha subrayado.
También ha referido la visita ‘ad limina’ al Papa que protagonizaron en Roma los obispos catalanes, congregados en la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), donde después de reunirse con el Pontífice Francisco mantuvieron un contacto con la Secretaría de Estado del Vaticano.
Desde la Santa Sede se les dijo que el Vaticano no se debía interponer en esta cuestión, que solo llamó a tener en cuenta el «bien común y del conjunto» de los pueblos, ha dicho el abad.
El abad ha revelado que los religiosos catalanes han hecho llegar al Papa Francisco una misiva para pedirle que tenga en cuenta «la realidad concreta de Cataluña» en la elección del futuro arzobispo barcelonés, y sugerirle algunos nombres del territorio.
Tras ser preguntado por si podía realizar algún gesto a favor de la catalanidad del sucesor del cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, que ha presentado su renuncia por jubilación, Soler ha confesado entre algunas risas: «Sí que puedo, y alguna cosa he hecho para que sea catalán«.
A través de la Compañía de Jesús, los religiosos enviaron al Papa –no ha dicho cuándo– un perfil del que consideran debería ser el nuevo arzobispo barcelonés, en el marco del diálogo que éstos mantienen dos veces al año en la reunión que celebran el abad de Montserrat con el de Poblet y los distintos provinciales de las principales congregaciones religiosas establecidas en Cataluña
A su vez, Soler ha augurado que el Papa Francisco aplicará paulatinamente «más cambios» en el seno de la Iglesia.
Ha asegurado que no supondrán una ruptura total, ya que, como hasta ahora, no afectarán a aspectos fundamentales y dogmáticos.
En la conferencia ‘Hacia unos valores compartidos en un mundo globalizado’, organizada por Agbar, Soler ha señalado que el Papa está empezando su andadura sin rupturas, pero aplicando algunas reformas en el ámbito del Banco Vaticano y la persecución de la pederastia que, ha recordado, inició Benedicto XVI.
Ha abundado en el fallo que supone contraponer las figuras del Papa emérito con el actual, porque «el Papa Benedicto ya empezó a denunciar algunos comportamientos«, tras lo que afloró el ‘Vatileaks’ a cargo de personas que hacían oposición desde dentro.
Dentro de la Iglesia no hay rupturas, ha destacado Soler que ha negado que el Vaticano sea una «cueva llena de conspiraciones», aunque sí ha constatado que dentro del núcleo de la Iglesia se hace oposición y ha alegado que detrás del vestido de un sacerdote hay un ser humano.
Ha celebrado el empuje del Papa Francisco, y ha señalado que la impresión que tuvo con su primera audiencia privada con el Pontífice es que «cuando ve algo claro, pese a que encuentre objeciones, sigue adelante».
(RD/Agencias)