Quienes trabajan con empleo precario e inestable, con largas jornadas laborales y salarios bajos, no consiguen salir de la pobreza
(HOAC)- Del 14 al 23 de julio se ha celebrado en Ávila, en la Universidad de la Mística (Cites), los Cursos de Verano de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), centrados en la defensa del «trabajo digno para una sociedad decente, fraterna y sostenible».
Estos días, además, la HOAC ha querido compartir la Eucaristía con la iglesia de Ávila y con su obispo, D. Jesús García Burillo, en la Catedral del Salvador, así como reclamar públicamente, con una concentración en la calle, un trabajo digno para todos y todas como camino hacia una sociedad decente.
En los espacios de oración, reflexión y diálogo de los cursos, las personas allí presentes han podido compartir alguna de las ricas experiencias de vida de militantes de la Hoac que, en la situación de desigualdad y empobrecimiento actual, están siendo esperanza y apuestan por la construcción de una sociedad más fraterna.
El curso terminó con un comunicado en el que se afirma que «millones de hombres y mujeres están desempleados, privados de su derecho al trabajo» al tiempo que «quienes trabajan con empleo precario e inestable, con largas jornadas laborales y salarios bajos, no consiguen salir de la pobreza; no pueden vivir con dignidad y cubrir las necesidades básicas». «Lo vemos porque además somos parte de esa realidad», afirman los y las firmantes, que añaden a continuación que «lo que nos está pasando lo describía emocionado el Papa Francisco: «No llevar el pan a casa nos roba la dignidad» (Molise, 6/7/2014 Encuentro con trabajadores y pequeños empresarios).
Ante esta situación, reclaman «trabajo digno para una sociedad decente, fraterna y sostenible», por lo que juzgan necesario: «repensar el sentido de nuestra humanidad; repensar la economía y la política desde el carácter humanizador del trabajo; recuperar el sentido y el valor profundo del trabajo más allá del empleo; garantizar una renta básica para las familias, mientras no se pueda asegurar empleo digno para todos; luchar por unas condiciones dignas de empleo, por un trabajo decente; reformar los fines sociales de la empresa e impulsar y extender formas no mercantilistas de empresa; entender y defender que el trabajo lo hacen personas, con necesidad de descanso, de familia y de vida social; luchar por la defensa y extensión de los derechos sociales, desvincular derechos sociales y empleo; y fortalecer y renovar el movimiento sindical, propiciando una nueva cultura sindical.
Para la militancia de la HOAC, «Jesucristo es la verdadera propuesta de liberación para los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo en todo el mundo, por lo que consideran que «es tiempo de hacer visible al Dios de Jesucristo, de hacer vida su misericordia, su opción en favor de los más pobres, su pasión por todas las personas, su denuncia de la injusticia que niega la dignidad y su apuesta decidida por transformar todo lo que sea necesario para ir construyendo un mundo de hermanos».
«Apostamos por poner en marcha, junto con todos los hombres y mujeres de buena voluntad y junto a otros grupos y organizaciones, otras formas de vivir, trabajar y organizar nuestra vida social… que sean signo vivo y real del Reino de Dios y de su justicia. A ello nos comprometemos», concluye el comunicado final de los Cursos de Verano.
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