Según el primer parte hecho público esta mañana, el examen médico ha revelado que la situación de Pajares «es estable» y «no sangra»
El religioso español contagiado por ébola en Liberia, Miguel Pajares, tiene «muchas posibilidades de sobrevivir», según ha afirmado este jueves Abelardo García, jefe de la unidad de cuidados intensivos, sobre el religioso español ingresado en la sexta planta del hospital Carlos III de Madrid.
Según el primer parte hecho público esta mañana, el examen médico ha revelado que la situación de Pajares «es estable» y «no sangra».
El misionero español ha llegado en aparentes buenas condiciones aunque «algo desorientado», respira espontáneamente y no tiene hemorragias, según ha explicado el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Francisco Javier Rodríguez, que ha añadido que a Juliana Bohi se le repetirán los análisis para confirmar que no ha sido infectada por el virus.
Lo que sí está confirmado es que la religiosa tiene fiebres tifoideas de las que será tratada y, si los resultados del ébola vuelven a dar negativos, le darían el alta de forma inmediata, según la consejería.
Ambos pacientes han sido transportados en cápsulas para evitar el contacto con cualquier tipo de secreción que es la principal fuente de contagio del ébola.
«Pajares venía sondado para que la orina se recoja en una bolsa y nadie la tuviera que tocar. La posibilidad de contagio es baja siempre que se sigan los protocolos avalados por la OMS», ha señalado el consejero en rueda de prensa.
Tanto a Pajares como a Bohi, que están aislados, se les están practicando las pruebas para confirmar que efectivamente el primero está afectado por el virus del Ébola y la religiosa no, ya que no presenta síntomas, unos resultados que estarán disponibles a lo largo de esta mañana. Lo que sí está confirmado es que la religiosa tiene fiebres tifoideas de las que será tratada.
En un par de días, el hospital restablecerá los servicios con normalidad, ya que no era necesaria la evacuación de todo el centro.
Pajares y Bohi han llegado al hospital Carlos III de Madrid a las 9.30 horas de la mañana, después de aterrizar con tres horas de retraso respecto a lo planificado, exactamente a las ocho y cuarto de la mañana, a la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) a bordo del Airbus A310 del Ejército del Aire medicalizado.
Un equipo médico esperaba en la base militar para realizar la primera inspección de los dos evacuados tras seis horas de vuelo. Ha sido pasadas las nueve de la mañana cuando ambos han sido trasladados en diferentes vehículos al hospital Carlos III de Madrid, donde están activados los protocolos marcados por la Organización Mundial de la Salud.
El acceso de los dos religiosos al hospital ha sido por una puerta secundaria para evitar las cámaras, donde dos ambulancias equipadas con medios de aislamiento biológicos han trasladado a los dos pacientes.
El sacerdote está internado en el edificio del Carlos III donde se ha habilitado la sexta planta y, en concreto, tres habitaciones individuales de aislamiento con esclusas con presión negativa, aunque esta presión no es necesaria para casos de ébola, según la consejería de Sanidad de la comunidad de Madrid.
Por su parte, la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa ha hablado en rueda de prensa de la repatriación del sacerdote español, Miguel Pajares, afectado por ébola y que ha llegado a la base aérea de Torrejon de Ardoz junto con la monja Juliana Bohi, también de nacionalidad española, esta mañana.
Vinuesa ha afirmado que la operación ha sido financiada por el Gobierno, aunque ha desvelado que La Orden de San Juan de Dios, a la que pertenece el religioso, «asumirá los gastos que tenga que asumir». «Ahora mismo quién lo ha gestionado el gobierno y lo ha pagado es el gobierno», ha afirmado la directora, que posteriormente ha desvelado que hay conversaciones entre el Ejecutivo y la orden religiosa de San Juan de Dios.
«El gobierno iniciará las gestiones con la orden de San Juan de Dios, que asumirá los gastos que tenga que asumir. Nos hemos concentrado en que la repatriación sea efectiva», ha comentado.
Otra polémica en torno a la repatriación ha surgido en relación al traslado de Juliana Bohi, una de las misionera que se encontraban en Liberia. Tras apuntarse que había en la zona religiosas en peor estado que Bohi, Vinuesa ha respondido que «España repatría a los españoles».
«La hermana Juliana ha venido porque había capacidad en el avión, pero se repatría a los españoles, no a los que no son españoles«, ha comentado. Además, ha añadido que otra de las razones que han motivado el traslado de la monja ha sido que el avión tenía capacidad para llevar a varios pacientes.
(RD/Agencias)