La madre del religioso de la orden pasionista insiste en la inocencia de su hijo
Los vecinos de la localidad ciudadrealeña de Daimiel han vuelto a arropar hoy a la familia del sacerdote Antonio Rodríguez, conocido como padre «Toño», en una concentración en la que han exigido la libertad del religioso detenido en El Salvador por supuesta colaboración con las maras.
Además del apoyo en la concentración que ha reunido a más de un centenar de vecinos en la Plaza de España, frente al Ayuntamiento, la familia del sacerdote pasionista ha logrado reunir a través de la plataforma change.org casi 2.000 firmas solicitando su libertad y que serán entregadas al presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén.
La madre del religioso, María del Carmen López-Tercero, ha asegurado a Efe que su hijo continúa en tratamiento psicológico y tiene que tomar tranquilizantes para «no volverse loco» y aguantar su reclusión en los calabozos de la División Antinarcóticos (DAN) de la Policía Nacional Civil (PNC).
El sacerdote puede recibir la visita de sus compañeros de congregación durante diez minutos, de lunes a viernes, ha asegurado su madre, muy preocupada por el «estado mental» en el que se pueda encontrar su hijo, del que ha dicho que no sabe «si come o le dan comida», ya que antes estaba acompañado mientras que lo hacía y ahora no.
La familia, con mucha fuerza
Mari Carmen ha reiterado a Efe que la familia se encuentra con mucha fuerza moral para seguir luchando por la libertad de su hijo, pero ha reconocido que «hay que tener mucha paciencia» y, aunque desde la embajada le dicen que hay que esperar, «ya es demasiada paciencia, demasiada espera«.
La madre del religioso de la orden pasionista insiste en la inocencia de su hijo y ha subrayado que si la Fiscalía General del Estado de El Salvador no ha podido demostrar las falsas acusaciones que pesan sobre él, lo más lógico es que «lo suelten y le permitan ir a su casa, aunque tenga que ir a firmar o presentarse periódicamente ante el juez».
Al sacerdote se le acusa de los presuntos delitos de agrupaciones ilícitas y tráfico de objetos prohibidos en centros penitenciarios, vinculados directamente con un cabecilla preso de la pandilla Mara 18, Carlos Mojica, alias «El Viejo Lin».
La defensa de padre «Toño» mantiene que estas acusaciones son «meras interpretaciones o especulaciones» de la Fiscalía y prevé que las etapas de instrucción en los dos casos en los que se le involucra se demoren hasta el próximo año. (RD/Agencias)