Santiago García confirma que el asunto está actualmente bajo secreto de sumario y que no se descartan detenciones
(Jesús Bastante).- El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ni está en la Conferencia Episcopal, ni se le espera. El prelado, en el ojo del huracán después que se destaparan los casos de abusos en su diócesis, no ha acudido a la reunión de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal española. «No ha venido. No sabemos si vendrá. No hemos recibido ninguna comunicación por su parte en uno u otro sentido», apuntaban a este diario desde la Conferencia Episcopal.
Tampoco se halla en su despacho en la diócesis, ni se conoce su paradero actual. Distintas fuentes apuntan a que el arzobispo de Granada estaría preparando su defensa junto a un reducido grupo de miembros de su absoluta confianza -pertenecientes a Comunión y Liberación-, sin contar con los servicios jurídicos de la Conferencia Episcopal, ni hacer caso las apreciaciones de la Santa Sede.
A esta hora, Javier Martínez se encuentra desaparecido. Hoy se le esperaba en la Conferencia Episcopal, donde los obispos debaten, en sesión reservada, aspectos polémicos de este caso. La gran mayoría de los obispos han mostrado su disgusto y su sorpresa ante la actitud del prelado, que no está contando con la opinión de sus hermanos en el Episcopado y que sólo comenzó a actuar una vez recibió indicaciones de la Santa Sede.
«El caso no le afecta sólo a él, sino que salpica a toda la Iglesia española», apuntaban algunos obispos a este diario al comprobar cómo, a primera hora de la mañana, el arzobispo no había llegado. De hecho, no está presente en las votaciones para el nuevo miembro del Comité Ejecutivo.
Lo que sí está claro es que, a lo largo de esta semana, los obispos tendrán que preparar una respuesta clara y contundente, tanto en el caso de que se produzcan las primeras detenciones, como si éstas se retrasan. El portavoz episcopal, José María Gil Tamayo, habrá de responder como muy tarde este viernes a cuestiones sobre si los obispos apoyan a Daniel y, especialmente, al Papa Francisco. No se descarta que el Episcopado pueda recordar, en una nota, la postura de la Iglesia católica respecto a los abusos sexuales, quienes los cometen y quienes les encubren.
Por otro lado, y según informa Ep, el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, ha informado este martes de que la Policía tiene dos líneas de investigación en el caso de los sacerdotes acusados de abusos sexuales y está intentando aclarar el grado de participación de los religiosos, pero también de sus posibles cómplices, en un asunto que está actualmente bajo secreto de sumario y en el que no se descartan detenciones.
En declaraciones a los periodistas en Motril (Granada), Pérez ha recordado que ha sido el Juzgado de Instrucción 4 de Granada quien ha declarado secretas las actuaciones y ha indicado que la Policía Judicial está trabajando en función de las diligencias abiertas.
Preguntado por si se puede hablar de una red de pederastia, el subdelegado ha señalado que no se «atrevería a decir tanto»: «Ahora mismo se ha abierto el proceso de investigación y todo está bajo secreto de sumario, pero no me atrevería a decir tanto, simplemente hay unas conductas que se están investigando y a partir de ahí tendremos resultados bastante pronto», ha incidido.
Según ha aclarado, se investiga si los abusos sexuales sólo pueden atribuírsele a religiosos y si hay otro tipo de personas implicadas, «bien afectadas o bien que de alguna manera puedan ser cómplices«.
El subdelegado ha informado además que no se ha puesto en contacto con el Arzobispado de Granada por este asunto y ha pedido dejar a la Policía hacer su trabajo. Según ha recordado, el caso se ha abierto después de una denuncia ante el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón.