La sorpresa y la indignación son patentes entre los obispos españoles, que esta misma tarde han solicitado toda la información disponible sobre el caso, así como el "minutado" del desarrollo de los acontecimientos
(Jesús Bastante).- «Estamos a Miércoles Santo, y todavía queda llega al Viernes Santo«. Cinco largas horas de monólogo. Esta ha sido la mañana del todavía arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, según testigos directos del Consejo Episcopal que se ha celebrado en el Palacio Arzobispal de la capital andaluza.
«No ha explicado ningún detalle del fondo del asunto, ni ha justificado su actuación, ni ha permitido preguntas. Se ha limitado a dar su versión del martirio que dice estar sufriendo«, afirma uno de los vicarios presentes en la reunión.
En la misma, Martínez ni siquiera ha explicado quiénes son los sacerdotes acusados de abusos y suspendidos a divinis, y los supuestos encubridores, ni las razones por las que había decidido no acudir a la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal. A última hora de esta tarde, informa Ideal, el arzobispo ha cambiado de idea y se encuentra de viaje hacia la capital de España, para incorporarse mañana a los trabajos de la Plenaria.
La sorpresa y la indignación son patentes entre los obispos españoles, que esta misma tarde han solicitado toda la información disponible sobre el caso, así como el «minutado» del desarrollo de los acontecimientos, que esta web ya avanzó y que en breve publicará, demostrando cómo el arzobispo de Granada sólo intervino obligado desde la Santa Sede y quiso frenar la investigación ofreciendo la suspensión a divinis de los sacerdotes «directamente acusados de los abusos».
Y decimos «todavía» porque fuentes romanas consultadas por Religión Digital aseguran que el desarrollo de los acontecimientos va a llevar, «con total seguridad», a que Francisco Javier sea llamado en los próximos días ante la Congregación para la Doctrina de la Fe, ante la que habrá que responder de la cada vez más patente tibia actuación frente a los abusos -cometidos y encubiertos- de varios sacerdotes a varias víctimas a lo largo de la última década. «Del resultado de esos encuentros se sabrá si la Santa Sede insta a Martínez a presentar su renuncia«, añaden dichas fuentes.
Tal vez éste sea realmente el «Viernes Santo» al que se refirió hoy el todavía arzobispo de Granada. Algunos de sus más estrechos colaboradores, vinculados a Comunión y Liberación, han planteado la posibilidad de convertir la misa del próximo domingo en la catedral -el acto tiene lugar a las doce y media- en una suerte de «acto de desagravio», aunque esta medida aún no se ha decidido.