Durante la misma, el arzobispo conoció la existencia de informes sobre la situación que se vive en la diócesis, tanto económica como eclesial, y que se ha agravado tras la polémica en torno a los presuntos abusos de "los Romanones"
(Jesús Bastante).- El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, viajó durante los primeros días de este mes de enero a la Santa Sede, donde fue llamado a consultas por la gestión del caso de abusos sexuales a menores cometido en la diócesis de Granada y en el que están están siendo investigados diez sacerdotes y dos laicos, supuestamente pertenecientes al denominado «clan de los Romanones«. Cuatro de ellos fueron detenidos el pasado mes de noviembre.
El prelado, según confirmaron a RD fuentes vaticanas de toda solvencia, rindió cuentas ante las congregaciones del Clero y de Doctrina de la Fe, que está llevando a cabo una investigación, que corre paralela a la efectuada por el juez de Instrucción de Granada, Antonio Moreno Marín, tras la denuncia del joven «Daniel» y la intervención directa del Papa Francisco.
La visita de Martínez no ha trascendido públicamente, aunque fuentes cercanas al caso aseguran que, durante la misma, el arzobispo conoció la existencia de informes sobre la situación que se vive en la diócesis, tanto económica como eclesial, y que se ha agravado tras la polémica en torno a los presuntos abusos de «los Romanones».
Fuentes oficiosas de la diócesis han indicado a RD que, en privado, el propio arzobispo ha mostrado una «cierta resignación» a la hora de hablar de su futuro, que ya parece estar decidido y únicamente a la espera de que el juez ponga fin al secreto del sumario -prorrogado el pasado 30 de diciembre, a la espera de un último informe pericial de la Policía- y eleve la causa directamente a Sumario, sin diligencias previas, dada la gravedad de los presuntos delitos investigados.
La prórroga, como ya informamos, no tiene que ver con dificultades en la investigación, sino más bien al contrario. Todas las diligencias, incluyendo la rogatoria al Arzobispado de Granada para que entregara los interrogatorios a los presuntos implicados en la trama de abusos a «Daniel», han dado resultados positivos, y el juez ultima su escrito a la falta del citado informe que avala la veracidad de las denuncias y su gravedad.
Así las cosas, desde Roma se espera a que se conozca el número de imputados antes de tomar una decisión concerniente al futuro de Javier Martínez. No obstante, fuentes episcopales apuntan que en las próximas dos semanas (en vísperas de la festividad de San Cecilio -1 de febrero-, patrón de Granada), la Santa Sede llevará a cabo una serie de decisiones que afectarían a varias diócesis y sacerdotes andaluces, entre las que se incluiría el relevo del todavía arzobispo de Granada.
El candidato con más fuerza para suceder a monseñor Martínez no es otro que el arzobispo castrense, Juan del Río, que sería muy bien recibido en la diócesis de Granada. Fuentes cercanas al prelado revelan que el arzobispo podría haberse despedido, en la última Pascua militar, de los altos cargos militares.
El otro nombre que suena, aunque con menos fuerza que Del Río, es el obispo de Almería, Adolfo González Montes, cuyo sucesor podría llegar de un sacerdote jienense. González Montes es uno de los mejores teólogos del episcopado, y su relevancia en la Iglesia española ha ganado enteros en los últimos meses.
Próximamente, además, se procederá a otros relevos episcopales, que podrían afectar a las diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Jaén, Lérida, Barcelona, Calahorra-Logroño o Burgos. La intención del Papa es que muchos de ellos sean realidad antes del anuncio de su visita a España.
Aunque en principio la misma parecía estar prevista para el 28 de marzo próximo, únicamente a Ávila y Alba de Tormes, lo cierto es que en las últimas semanas gana enteros la posibilidad de que el viaje de Francisco tenga lugar en agosto, en concreto entre el 5 y el 9, que es cuando se celebra el encuentro europeo de jóvenes. Un auténtico desafío para cualquier equipo organizador, aunque en cualquier caso la visita sólo sería de una jornada de duración.
