Las carta reclaman a la Santa Sede una investigación o visita apostólica que audite las cuentas de la diócesis, al tiempo que sugieren el cese de Martínez
(Jesús Bastante).- «Querido Papa Francisco: Soy …. que preocupado por la grave e insostenible situación de la diócesis de Granada (España) desde hace años, debido a la actuación de su Arzobispo, Mons. Javier Martínez, me permito escribirle esta carta». Así arranca una de las decenas de misivas que, desde el pasado mes de diciembre, han llegado a la Santa Sede (dirigidas al Pontífice y a los prefectos de la congregación de Obispos, Marc Ouellet, y Clero, Beniarmino Stella), firmadas por grupos de laicos y sacerdotes de Granada.
Las cartas reclaman a la Santa Sede una investigación o visita apostólica que audite las cuentas de la diócesis, al tiempo que sugieren el cese de Martínez, de modo que el nuevo arzobispo conozca el estado real de las cuentas diocesanas. Junto a las misivas, Roma también ha recibido diversos informes sobre la situación económica de la diócesis y su endeudamiento, que podría alcanzar los 40 millones de euros.
En la carta, sacerdotes y laicos denuncian «el comportamiento errático del Sr. Arzobispo» cuya conducta es calificada de «irascible, despótica, autoritaria y contradictoria». En la misma, se hablan de la «quiebra» de la diócesis «desde la llegada de monseñor Javier Martínez», una situación que se ha visto «agravada en los últimos meses por varios casos de abusos sexuales, y que escandalizan a la buena gente de esta Capital».
Acto seguido, ofrecen algunos datos. «Se adeudan más de 40 millones de euros, por el despilfarro, gastos innecesarios y sin control, sueldos elevadísimos a colaboradores de confianza del Arzobispo (todos de Comunión y Liberación), realización de construcciones injustificadas y sin utilidad, gastos de viajes del Arzobispo desorbitados (el último año, sólo en viajes, 20.000 euros), etc…» apunta la carta, que también incide en que las actividades pastorales «están prácticamente paralizadas».
«No existe relación entre el Arzobispo y los sacerdotes, a los que no suele recibir ni atender; no se realizan visitan pastorales, etc», continúa el escrito.
En lo tocante a los abusos sexuales, los firmantes denuncian el «incumplimiento de las normas de la Santa Sede sobre pedofilia». «Vuestra Santidad ha tenido que intervenir personalmente para que se prestara atención y se agilizara la denuncia formulada por un joven», recuerda el escrito, que añade que, «pese a su intervención, la víctima de esos crueles abusos fue recibida por el Arzobispo casi un mes después de la llamada que Vuestra Santidad realizó a dicho joven, sin que Mons. Javier Martínez haya adoptado ninguna medida canónica, hasta el día de la fecha, contra la totalidad de los sacerdotes denunciados, como está ordenado por la Congregación para la Doctrina de la Fe».
Los firmantes de la carta también insisten en la «falta de colaboración con las autoridades civiles y judiciales, para que, como Vuestra Santidad ha dicho recientemente , se conozca la verdad y se esclarezcan los hechos delictivos denunciados».
«El Sr. Arzobispo alude siempre a normas de la Santa Sede, pero no está observando el protocolo de la Conferencia Episcopal ni el de la Congregación para la Doctrina de la Fe«, añade el escrito, que constata que «hay gran malestar en las autoridades civiles ante su negativa a facilitar documentos e información».
La intención de la carta, explican sus firmantes, es la de «colaborar con la la Iglesia de Granada, que tanto está sufriendo, y para que se conozca por la jerarquía la realidad de nuestra diócesis, paralizada en su actividad pastoral y profundamente dividida por la actuación de nuestro Obispo». Por ello, «me atrevo a sugerir la conveniencia, por razones pastorales, de cambiar a otra diócesis al Sr. Arzobispo, Mons. Javier Martínez«.
Entre los datos aportados por estos laicos y sacerdotes de Granada se encuentran algunas cifras relativas al endeudamiento de la diócesis. Así, en el Banco Popular existiría una póliza de préstamo por diez millones de euros (9,8 millones dispuestos), además de una hipoteca de la que se deben 18 millones más. A ello hay que sumar otros 5 millones en Caja Rural. La deuda real viva, siguiendo las cifras -además de otros datos que no han trascendido- estaría en el entorno de los 35-40 millones de euros, como se resalta en la carta. Ninguna de dichas cantidades figura en los presupuestos diocesanos, pero sí, desde hace unas semanas, en los archivos de la Santa Sede.
Según pudo saber RD, el arzobispo tuvo conocimiento de la existencia de estas cartas en su reciente visita a las congregaciones del Clero y Doctrina de la Fe, donde también se le informó de las sanciones canónicas a los implicados. Como ya adelantó RD, en las próximas dos semanas (en vísperas de la festividad de San Cecilio -1 de febrero-, patrón de Granada), la Santa Sede podría llevar a cabo una serie de decisiones que afectarían a varias diócesis y sacerdotes andaluces, entre las que se incluiría el relevo del todavía arzobispo de Granada.
Como viene siendo norma habitual, el Arzobispado de Granada contestó con una nota en la que desmiente que el arzobispo haya estado en Roma «la pasada semana», aunque no dice nada de los primeros días de enero, tal y como informó RD. Por contra, anuncia que «el Arzobispo de Granada se desplazará a Roma próximamente durante unos días para llevar a cabo en diversas Congregaciones de la Santa Sede diferentes gestiones acerca de la vida diocesana«.
La nota concluye informando de las previsiones de agenda del prelado hasta los primeros días de febrero.
Ésta es la nota de la diócesis:
El Arzobispado de Granada desmiente que el Arzobispo Mons. Javier Martínez haya estado en Roma la pasada semana y que haya sido llamado ante la Santa Sede para rendir cuentas de su ministerio episcopal.
El Arzobispado señala que el pasado domingo día 18 Mons. Javier Martínez celebró la Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral, como es habitual cada domingo, y que en el día de hoy martes y mañana miércoles se encuentra en Córdoba presidiendo la Asamblea Ordinaria de los Obispos del Sur de España.
Asimismo, el Arzobispado informa que el Arzobispo de Granada se desplazará a Roma próximamente durante unos días para llevar a cabo en diversas Congregaciones de la Santa Sede diferentes gestiones acerca de la vida diocesana.
A su regreso a Granada, Mons. Javier Martínez celebrará en el Seminario diocesano «San Cecilio» la Festividad de Santo Tomás de Aquino, el 28 de enero, y realizará una visita a diversas parroquias de la Vega, entre ellas Chauchina, los próximos días 29, 30 y 31 de enero. En su agenda más inmediata, Mons. Javier Martínez presidirá como todos los años la Festividad de San Cecilio, patrón de la Ciudad de Granada y de la Archidiócesis, en la Abadía del Sacromonte el próximo día 1 de febrero, y celebrará en la Santa Iglesia Catedral la Jornada de la Vida Consagrada, el día 2.
Ésta es la carta remitida a Su Santidad:
Sua Santitá Francesco
Secretaria de Estado Palazzo Apostólico Vaticano 00120- CIUDAD DEL VATICANOQuerido Papa Francisco:
Soy …., que preocupado por la grave e insostenible situación de la diócesis de Granada (España) desde hace años, debido a la actuación de su Arzobispo, Mons. Javier Martínez, me permito escribirle esta carta.
Ruego a Vuestra Santidad no se interprete este escrito como una crítica a la persona de Mons. Javier Martínez, sino como una forma o deseo de ayudar, humildemente, a solucionar los numerosos problemas que tiene Granada, causados en su mayor parte, según mi opinión, por el comportamiento errático del Sr. Arzobispo, pienso que, con todo respeto, producido por su situación personal derivada, según todos los indicios, de problemas psicológicos o de salud. En otro caso, no se explica su conducta irascible, despótica, autoritaria y contradictoria.
Para no extenderme en exceso, me limitaré a señalar algunos puntos que son de dominio público y que reflejan la situación de esta diócesis, desde la llegada de Mons. Javier Martínez, agravada en los últimos meses por varios casos de abusos sexuales, y que escandalizan a la buena gente de esta Capital.
ls. La diócesis de encuentra, desde el punto de vista económico, en quiebra. Se adeudan más de 40 millones de euros, por el despilfarro, gastos innecesarios y sin control, sueldos elevadísimos a colaboradores de confianza del Arzobispo (todos de Comunión y Liberación), realización de construcciones injustificadas y sin utilidad, gastos de viajes del Arzobispo desorbitados (el último año, sólo en viajes, 20.000 euros), etc.
2S, Las actividades pastorales están prácticamente paralizadas. No existe relación entre el Arzobispo y los sacerdotes, a los que no suele recibir ni atender; no se realizan visitan pastorales, etc.
32. Incumplimiento de las normas de la Santa Sede sobre pedofilia. Vuestra Santidad ha tenido que intervenir personalmente para que se prestara atención y se agilizara la denuncia formulada por un joven, actualmente mayor de edad, pero menor en la época de los hechos denunciados por supuestos abusos sexuales cometidos, al parecer, por varios sacerdotes y algún laico. Pese a la intervención de Vd., la víctima de esos crueles abusos fue recibida por el Arzobispo casi un mes después de la llamada que Vuestra Santidad realizó a dicho joven, sin que Mons. Javier Martínez haya adoptado ninguna medida canónica, hasta el día de la fecha, contra la totalidad de los sacerdotes denunciados, como está ordenado por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
49. Falta de colaboración con las autoridades civiles y judiciales, para que, como Vuestra Santidad ha dicho recientemente , se conozca la verdad y se esclarezcan los hechos delictivos denunciados. El Sr. Arzobispo alude siempre a normas de la Santa Sede, pero no está observando el protocolo de la Conferencia Episcopal ni el de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Teóricamente, colabora con el Juzgado, pero según los medios de comunicación, hay gran malestar en las autoridades civiles ante su negativa a facilitar documentos e información.
Querido Papa Francisco: no quiero que esta carta se interprete como una crítica a la persona de Mons. Javier Martinez, al que respeto como mi Arzobispo, sino como expresión de colaboración con la Iglesia de Granada, que tanto está sufriendo, y para que se conozca por la jerarquía la realidad de nuestra diócesis, paralizada en su actividad pastoral y profundamente dividida por la actuación de nuestro Obispo.
Por lo expuesto, respetando y aceptando de antemano lo que Vuestra Santidad decida, me atrevo a sugerir la conveniencia , por razones pastorales, de cambiar a otra diócesis al Sr. Arzobispo, Mons. Javier Martínez.
De esta forma, la Iglesia en Granada, con tantos retos e incertidumbres, pero con una profunda religiosidad, podrá ser de nuevo modelo de evangelización, con la ayuda de Nuestro Señor y de la Virgen Santísima.
Aprovecho esta oportunidad para desearle una Feliz Navidad y todo lo mejor en 2015.
Cuente con mi oración y filial afecto.
(firma, con DNI, dirección y teléfono)