España lo que necesita es levantarse, ponerse a andar, labrar un nuevo futuro, con esperanza, con un proyecto juntos
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, reclamó anoche que la Iglesia tiene que estar «a la vanguardia de la caridad», lo que implica que «piense» dónde están sus bienes. El arzobispo aseguró que «sus bienes son de los pobres, y eso no es hacer demagogia ni populismo, es decir quiénes son sus propietarios».
En una conferencia en el Club Siglo XXI, Cañizares ha alertado del reto de la Iglesia aludiendo a su última carta pastoral –que ha sido «tergiversada» por algunos, según él–, que ha resumido con la idea de que 2015 tiene que ser el año para la caridad, el evangelio y la eucaristía. «No podemos inhibirnos los cristianos y ser la cofradía de los ausentes, hay que estar en el medio de la cosa pública. No se puede arrinconar la fe», ha defendido.
El cardenal arzobispo ha reclamado mayor «creatividad en la caridad» y ha recordado algunas de sus propuestas recientes en favor de los más pobres de la sociedad, incluyendo la dedicación de un diezmo de las diócesis a los más desfavorecidos o la venta de «algunos bienes patrimoniales» de la Iglesia.
Cañizares también ha recordado que su última carta pastoral aboga por «estudiar la manera adecuada» para dedicar bienes a la ayuda de mujeres embarazadas que no quieran abortar, solicitando el apoyo de «empresarios católicos» para este y otros colectivos necesitados, como es el caso de inmigrantes, refugiados o los cristianos perseguidos en otros países.
En declaraciones a los medios de comunicación después de su conferencia, Cañizares ha aclarado que no ha comentado esta cuestión directamente con el Papa Francisco, aunque sí con alguno de los obispos españoles, que se han mostrado interesados por este tipo de iniciativas al existir «unanimidad» en la preocupación de atender las necesidades de los más desfavorecidos. «Que los pobres sean evangelizados, se sientan atendidos, queridos, es ineludible», ha enfatizado.
El cardenal ha resumido su compromiso con la Iglesia en la idea de estar «siempre al servicio del hombre«. Como «obispo que ama a su patria», ha añadido que ve «preocupante» la situación social y económica de España, y en concreto de su diócesis valenciana.
«España lo que necesita es levantarse, ponerse a andar, labrar un nuevo futuro, con esperanza, con un proyecto juntos», ha sostenido.
Cañizares ha lamentado la ausencia de proyectos que «aúnen». En este sentido, ha recordado el centenario de Santa Teresa de Jesús para subrayar el papel de la Iglesia como la depositaria de una «nueva humanidad». «La Iglesia está para traernos a Dios. No existe para sí misma, existe para los demás enteramente», ha concluido.
En declaraciones a los medios de comunicación después de la conferencia, especificó que algunas de sus medidas, como la venta de bienes de la Iglesia, están actualmente en estudio.
También ha aclarado que no ha comentado esta cuestión directamente con el Papa Francisco, aunque sí con alguno de los obispos españoles, que se han mostrado interesados por este tipo de iniciativas al existir «unanimidad» en la preocupación de atender las necesidades de los más desfavorecidos. «Que los pobres sean evangelizados, se sientan atendidos, queridos».
En el turno de preguntas, intervino el Padre Ángel, fundador y presidente de Mensajeros de la Paz: «Señor cardenal, le conocí en Ávila hace muchos años, cuando inauguró allí la primera casa de Mensajeros de la Paz. Le vi llorar y emocionarse. Ya entonces, me decia: ‘Ángel, vete a un centro de discapacitados que es la niña de mis ojos, para ver en que se puede mejorar’. Desde entonces le he seguido. Hoy, aquí, en el Club Siglo XXI, al escucharle proclamar que, al igual que el Papa Francisco, su preocupación son los pobres de la Iglesia, me he sentido ilusionado. En cambio, al oirle decir que iba a matizar su última carta pastoral, en la que dice que hay que compartir, repartir, e incluso vender el patrimonio que tenemos, me preocupé un poco, porque pensaba que iba a desdecirse. La alegría fue mayor, cuando vi que lo que hacía era reafirmarse en lo dicho en la carta pastoral. Gracias, señor Cardenal, por su valentia y su testimonio. ¡Cuántas veces nos han acusado de demagogos y populistas cuando eso mismo lo deciamos otros. Mi pregunta, señor cardenal: ¿El Evangelio del sentido común proclama que, cuando una familia lo pasa mal, debemos compartirlo todo?»
El arzobispo de Valencia agredeció la pregunta del fundador de Mensajeros de la Paz y la utilizó para volver a insistir en que «los bienes de la Iglesia son de los pobres» y que quiere convertir su diócesis en «vanguardia de la caridad». (RD/Agencias)