Los hechos que se le imputan, además de acciones pecaminosas según la ley de Dios, constituyen también delitos según el Derecho y la normativa actual de la Iglesia
El Arzobispado de Oviedo ha emitido este sábado un comunicado en el que ha dado más detalles de la expulsión del sacerdocio por parte del Papa Francisco del sacerdote Jesús María Menéndez Suárez, conocido como el ‘padre Chus’, quien ha sido expulsado del sacerdocio por el Papa Francisco. «Las víctimas tenían 17 años en el momento de los abusos«, ha precisado, después de aclarar que la normativa eclesiástica establece la minoría de edad para los delitos graves que se le imputan hasta los 18 años.
«Los hechos que se le imputan, además de acciones pecaminosas según la ley de Dios, constituyen también delitos según el Derecho y la normativa actual de la Iglesia«, han afirmado. El Arzobispado de Oviedo también ha aclarado que la decisión de la expulsión es del Papa Francisco y es «inapelable».
Han recordado que por mandato de la Santa Sede, se puso en marcha en la Archidiócesis de Oviedo un proceso administrativo penal en el que intervinieron un delegado, nombrado por el Arzobispo de Oviedo, y un notario actuario, quienes tomaron declaración a las «víctimas», a los testigos y al imputado, en presencia de su abogado defensor.
Asimismo, se recogieron las «pruebas documentales» que existen sobre el caso, y se mostraron al imputado y a su abogado para que ejercieran su derecho de defensa.
El Arzobispado ha añadido que, una vez recibido el decreto de expulsión, convocaron al ‘padre Chus’ para notificárselo personalmente y acudió. «Pero se marchó inexplicablemente acto seguido desde la sala de espera. Por esta razón, se le envió el Decreto por carta certificada, como prevé el mismo documento. Hay acuse de recibo de haberle entregado el Decreto«, han detallado desde el Arzobispado, además de recordar que la expulsión clerical significa la expulsión del sacerdocio, pero no de la Iglesia.
Por su parte, el religioso, en declaraciones a Antena 3, ha anunciado su intención de denunciar a la Santa Sede por lesionar su honor. Defiende su inocencia y y asegura que todo radica en una mala relación personal que existe desde hace años entre él y el arzobispo de Oviedo.
Jesús María Martínez insiste en que pecar no es ningún delito y por eso va a defender su honor en los tribunales. El padre Chus, como todo el mundo le conoce en Gijón, ha ejercido durante diez años como párroco en Castiello de la Marina, en Villaviciosa, y anteriormente de otras localidades asturianas como Tazones, Argüero y Oles.
Además ha trabajado como profesor de religión en varios institutos, de donde surge la denuncia. Una madre asegura que el sacerdote habría abusado sexualmente de sus dos hijos. Aunque esta denuncia fue archivada, la decisión de la Santa Sede ha sido contundente y le ha expulsado definitivamente de la Iglesia.
(RD/Agencias)