Solo continúa siendo investigado el supuesto cabecilla del grupo, el padre Román
El informe canónico elaborado en el marco de la investigación eclesiástica abierta sobre los supuestos abusos cometidos por sacerdotes de Granada contra al menos un joven, hoy mayor de edad, que con su denuncia motivó la instrucción judicial de este caso ve ‘apariencia delictiva’ en los hechos denunciados.
Según han informado fuentes del caso, el informe aprecia «fumus delicti» (apariencia delictiva) en los supuestos abusos relatados por el denunciante -un joven que hoy tiene 24 años- y por los que llegaron a estar imputadas doce personas, en su mayoría sacerdotes, si bien la investigación judicial sólo continúa contra el supuesto cabecilla del grupo, el padre Román.
El expediente, elaborado por un sacerdote, también incluye la apreciación de que no debería ser el tribunal eclesiástico de Granada quien juzgue los hechos (en la vertiente eclesiástica), dados los vínculos de algunos de los curas que llegaron a ser investigados con miembros de ese jurado.
Fuentes judiciales han indicado que el informe se incorporará a la causa penal abierta por el Juzgado de Instrucción 4 de Granada pero «su alcance será limitado porque (la investigación eclesiástica) no tiene ninguna influencia sobre la jurisdicción civil».
Por su parte, el abogado defensor, Javier Muriel, ha considerado que se trata de una «investigación muy temprana que se ha basado estrictamente en las declaraciones del único denunciante».
El informe, agrega, «nunca habla de certeza o convencimiento, solo de una hipotética apariencia, lo cual es lo mínimo para haber acordado una medida cautelar eclesiástica».
En su opinión, pese a que las acusaciones pretendan convertirlo en «piedra angular de la instrucción», el expediente canónico «carece de base probatoria, como se demostrará en su momento».
Aunque en esta causa llegaron a ser imputadas doce personas, en su mayoría sacerdotes, de las que cuatro fueron detenidas (el padre Román, otros dos curas y un laico), el pasado febrero el juez instructor acordó que la investigación judicial sólo continuara para el supuesto cabecilla de grupo, al declarar prescritos todos los delitos para el resto de imputados.
El caso se destapó el pasado mes de noviembre, cuando se hizo pública la denuncia de la supuesta víctima y, poco después fueron detenidos el considerado líder del grupo, el padre Román, junto a otros dos sacerdotes y un profesor de Religión. Todos ellos quedaron después en libertad, aunque apartados de la actividad eclesiástica y educativa. En total fueron imputados en el caso 12 personas y aparecieron testimonios de otras víctimas del grupo, aunque finalmente el juez decidió seguir adelante la instrucción solo contra Roman M.V.C, al considerar que el resto de delitos, en su mayoría de encubrimiento, estaban prescritos. No obstante, tanto la acusación particular como la popular, ejercida por la asociación Prodeni en defensa de los derechos de los niños, han recurrido esta prescripción.
La instrucción ha puesto además en tela de juicio la actuación del arzobispo de Granada, Francisco Martínez, que llegó a postrarse en el suelo ante el altar mayor de la Catedral para pedir perdón por lo ocurrido, aunque en varias ocasiones ha sido apercibido por el juzgado por su poca colaboración. En la misma línea, la supuesta víctima también criticó la escasa comprensión que encontró en su entrevista con Monseñor Martínez, quién le llegó a decir que los curas señalados «también eran unas víctimas».(RD/Agencias)