El juez ha ordenado medidas cautelares sobre el patrimonio de Miguel Rosendo
(U. Foces – Faro de Vigo).- La Audiencia Provincial de Pontevedra ha denegado por cuarta vez la excarcelación de Miguel Rosendo, líder y fundador de Los Miguelianos, que permanece en prisión provisional desde hace más de año y medio por presuntos delitos de abusos sexuales, asociación ilícita y fraude fiscal, a los que ahora se unen, según el auto del tribunal provincial hipotéticos delitos de blanqueo de capitales, estafa y otros.
Por su parte, el Juzgado de Instrucción 1 de Tui ha adoptado medidas cautelares para el aseguramiento de los bienes, a petición de la abogada de la acusación particular, Ana Reguera, y ordena anotaciones preventivas en el Registro que le prohiben disponer o enajenar sus bienes patrimoniales.
Concretamente impide a Miguel Rosendo vender la mansión de Mougás que fue centro neurálgico de Orden y Mandato; el chalé de Collado- Villalba en Madrid al que se trasladaron tras su destitución, una finca en Oia y un local comercial en Nigrán.
El auto de la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra que deniega la excarcelación del líder de la denominada secta de Oia, disuelta por el obispo de Tui- Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, considera que con el mantenimiento de la prisión provisional de Rosendo «se evita que pueda ocultar, alterar o destruir las diversas fuentes de prueba relevantes».
Entre ellas, destaca la Sala, «lo que puedan testificar personas que, al parecer, aún están pendientes de hacerlo en relación, recuérdese, con presunta asociación ilícita que empleaba medios violentos o de alteración o control de la personalidad».
Los tres magistrados de la Sección Segunda consideran que cobran especial relevancia las alusiones que se hacen en el auto de la juez de Tui apelado por Rosendo «a la anulación de la voluntad de las mujeres por parte del líder, guía o reencarnación de San Miguel, como al parecer se autoproclamaba el recurrente».
En el mismo sentido de la manipulación y control de personas que en su día formaron parte de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, apuntan «lo testificado por las afectadas y parte de las periciales psicológicas practicadas, como subraya la juez de Tui», que denegó la petición de libertad de Miguel Rosendo; una resolución apelada en la Audiencia por su defensa.
La Sección Segunda confirma en todos sus extremos la denegación de libertad de Rosendo por parte la juez de Tui en un auto del pasado 9 de mayo, al entender que «el riesgo de ocultación o influencia negativa en las diligencias de investigación que aún faltan por practicar, resulta más que evidente», si bien por encontrarse el recurrente privado de libertad desde el 11 de diciembre de 2014, considera que el procedimiento debe tener preferencia para la «inmediata» conclusión de la instrucción.
Por su parte, la juez de Instrucción 1 de Tui que dirige la investigación sobre Orden y Mandato y la decena de investigados en la causa, ha ordenado medidas cautelares sobre el patrimonio de Miguel Rosendo, que afecta sólo al 50% que le corresponde como bienes gananciales ya que su mujer no figura entre los investigados, para garantizar el pago de responsabilidades civiles si las hubiera tras el juicio.
La juez incide en que el principal hecho imputado al líder de la conocida como secta de Oia sería «la constitución, promoción y dirección de un entramado asociativo que además de los fines lícitos que desarrollase sirviera de amparo para la presunta ejecución de otras conductas que pudieran atentar contra la integridad moral de algunos de sus miembros». Junto al hecho de controlar la dirección de la asociación lícita, indica la magistrada, «otros hechos que se imputan a Miguel Rosendo tienen que ver con la posible comisión de delitos contra el patrimonio en orden, precisamente al cumplimiento de los deberes de transparencia tributarios».
Resalta la juez que Rosendo recibió importantes donaciones y que el sacerdote Ignacio Oriol realizó un préstamo de 540.000 euros a favor de Miguel y su mujer para comprar el chalé de Collado, pactándose que le devolverían el dinero con la venta de la mansión de Mougás, otorgando a Oriol poderes para venderla.