Un "arquetipo monástico" es una parte constitutiva de nuestro ser que hay en todo ser humano
(Carlos Enrique Rodriguez, presidente-cofundador de la Escuela de Pensamiento de Silos).- El próximo sábado día 25 tenemos una experiencia muy especial en el Claustro del Monasterio de Silos, Sala de San Benito, abierto a creyentes y no creyentes. Será a las 11.00h en Santo Domingo de Silos.
Se trata de una charla-coloquio llevada por el Padre Moisés, Prior de la Abadía de Silos, monje benedictino ameno, cordial y «contagioso». ¿Llevamos o no llevamos dentro de nosotros un fragmento monacal? ¿Cómo interpreta un monje toda una vida de ora et labora? ¿Cómo un no creyente vive esa propuesta de meditación, recogimiento? El dejar suspendido el tiempo por un momento de disfrute, sin interferencias, para afianzarse en el no creer o el rotundamente creer… sin forzar el pensamiento; dejándose llevar por el sentimiento… o la nada.
Aquello de «monje y guerrero» que hablaba Gustavo Adolfo Becquer en «El Monte de las Animas» existe en parte en todos nosotros. Consciente o inconscientemente. Tanto el defender un ideal con ardor, como apartarse del mundanal ruido y descansar oyendo sin oír es algo que llevamos, ligado a la memoria genética; a la inquietud de un más allá, que es muy diferente al mundo que nos hemos montado o por dónde nos han encauzado.
La idea de un Dios corpóreo debe ser respetada, pero considero que es algo más trascendente, incomprensible para la razón humana. Un «Potencial Supercuántico» -que diría el físico teórico David Bohn, gran amigo de Krishnamurti-, emana de ese Algo, de ese Eterno que ocupa el concepto de singularidad.
El creer lo que no vimos, es fe. Creer en el amor, en lo que dicen los maestros… el amor a la familia… ¡Hasta en los políticos con sus programas camaleónicos, cambiantes, segun la «competencia»!
Y es que el ser humano necesita creer. Y desde ahí, comenzar a crear certezas, a dejar brotar como un esqueje, una pax interior, que crece como espuma desbordante. Basta con regarla con un poco de sosiego.
«Todos somos un poco monjes»
La soledad es un bálsamo cuando la soledad se busca; o sin buscarla, se disfruta. Hace años que conozco al Padre Moisés, hoy día Prior de la Abadía Benedictina de Santo Domingo de Silos. Ha sido, es y será siempre joven. Sonrisa perenne. Agilidad mental. Dispuesto siempre a oír y responder cordialmente. Como corresponde a esa serenidad vocacional de un monje. Él será el que nos hable, nos sugiera.
Alguna de sus reflexiones:
Los monjes somos seres humanos que necesitamos una mayor dosis de silencio y soledad que los demás.
Habría que decir que en realidad todos somos un poco monjes. Raimond Panikkar dijo que todos llevamos un monje dentro. O mejor dicho, un arquetipo monástico. Una parte constitutiva de nuestro ser que hay en todo ser humano.
En unos se manifiesta con más fuerza y en otros con menos. Sabemos por antropología, por filosofía y psicología, que el hombre es «relacionalidad»; pero también es «interioridad». En la misma medida que el hombre necesita relacionarse con los demás, también necesita estar solo. Necesita silencio y soledad. Es un elemento constitutivo, que necesitamos todos, para ser seres humanos. Y sobre todo, cabales.
Como diría Rumi, filósofo sufí persa del siglo XIII: «Ayer era inteligente, por lo que quería cambiar el mundo. Hoy soy sabio, por lo que me quiero cambiar a mi mismo…. ¡Ven!. ¡Nuestra caravana es la de la esperanza!»
Cordialidad, respeto, debate. Invitación a «tirios y troyanos»
Información del programa del día:
Preside el Padre Abad de Silos Dom Lorenzo Maté, y abre el debate con una charla-coloquio («El monje que hay en mi»), el Padre Moisés, Prior de la Comunidad silense.
Modera Miguel García-Baró, catedrático de Filosofía de la Universidad de Comillas.
Bienvenida del Padre Abad Dom Lorenzo Maté.
Introducción Carlos Enrique Rodríguez Jiménez, como Presidente-Cofundador de la Escuela de Pensamiento de Silos.
Comida de confraternización en el Hotel 3 Coronas.