El fundador y presidente de Mensajeros de la Paz viaja mañana a Roma, para celebrar la figura “solidaria y auténtica” de la Madre Teresa que él conoció en Calcuta
(Mensajeros de la Paz).- Mañana viernes 2 de septiembre el Padre Ángel, fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, se desplazará a Roma para asistir a la ceremonia de canonización de la Madre Teresa de Calcuta, que tendrá lugar el domingo 4 en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
El sacerdote, que declara querer y admirar a la beata, presume además de haber sido el primero en bendecir su tumba, en su convento de las Hermanas de la Caridad en Calcuta, después de que la monja universal falleciera.
«Fui a bendecir su tumba porque la conocí y nos quisimos, aunque tampoco me olvido de su genio», declara el sacerdote. «Era especial precisamente porque era muy humana y, cuando en una ocasión se enfadó conmigo porque creíamos en formas de ayudar diferentes, eso hizo que pensara con más razón que es una santa», detalla el fundador de Mensajeros de la Paz.
El Padre Ángel confiesa alegrarse de que la canonización logre que se siga hablando de ella, «una mujer solidaria y auténtica», a la que el sacerdote compara con su admirado amigo Vicente Ferrer. Y de que, a través de gestos de reivindicación de figuras como la de Madre Teresa, la Iglesia se vaya abriendo al espíritu del Papa Francisco.
«Viajo a Roma, pero de corazón estaremos en la India, donde hoy perviven situaciones de corrupción política, radicalismo religioso y cruda miseria como la que ella conoció, pero que sobre todo sigue siendo esa India que nos enseña que el miedo y la pobreza se superan cuando se tiene algo en que creer y alguien a quien querer», concluye el Padre Ángel.
Precisamente, la Fundación Mensajeros de la Paz va a terminar de financiar en los próximos meses un proyecto de desarrollo que tienen los salesianos de Tamil Nadu en Kadambur, una pequeña aldea en los Montes Nilgiri (Sur de la India). Se trata de una residencia para estudiantes de familias empobrecidas de baja casta que, desde sus casas, tendrían serias dificultades para ir al instituto, de no contar con el apoyo integral de la misión salesiana.
