Hay un sistema que hasta ahora ha dado unos frutos, y los frutos están ahí. No es válido para el ser humano. Hay que cambiarlo. Pero no es una cuestión de imposición, es una cuestión de encuentro. Nos cuesta a los seres humanos ceder terreno
(Jesús Bastante).- José Antonio Vázquez y Rosa Arauzo vienen a presentarnos el II Encuentro de Espiritualidad de Podemos. Algo que el año pasado sonaba extraño, por esa dicotomía religión-política. De saber si podía haber creyentes en Podemos. Y más allá, cómo encajar la cuestión de los valores en nuestro mundo. «Hay que humanizar la sociedad«, apuntan.
JA.- Creo que a alguna persona le sonaba raro. Pero ya se ha entendido y se ha aceptado. El primer encuentro fue un éxito. Y dentro de la organización tuvimos un gran apoyo, con la presencia de personas importantes. Ahora se ha normalizado.
El II Encuentro, «Humanizar lo social en la Política», es el día 1 de octubre en el salón de actos del Pozo. Un sitio muy especial.
J. A.- Y también un sitio donde nos han acogido, y donde creo que vamos a estar bien. Donde están invitados todos aquellos que quieran participar.
Habladnos de este encuentro.
R. A.- La jornada va a durar todo el día y su idea central es, de qué manera tenemos que hacer algo diferente. Y no por el hecho de estar en Podemos, que también, sino por la forma en que hemos de encarar esta nueva estructura de la sociedad que se está dando, a causa de las cosas tremendas que están ocurriendo. Como las exclusiones de las personas, las diferencias económicas abismales, la falta de trabajo, las condiciones de trabajo, los abusos, etc.
En definitiva, preguntarnos qué está pasando en la sociedad.
Nos estamos deshumanizando.
R. A.- Exacto. Hay que humanizar la sociedad.
No tanto como una política partidista, sino como una forma de afrontar la vida pública.
R.A.- Por lo menos esa es la idea. Nosotros hacemos esta apuesta desde la diversidad de creencias y de formas de concebir la vida. No todo el mundo que pertenece al círculo es una persona de fe, de tipo religioso o eclesial. También hay personas que son humanistas. Gente que no tiene creencia específica en Dios. Lo que llamaríamos un ateo civilizado (risas).
Más que un debate sobre religión, estamos hablando de un debate sobre espiritualidad y valores. Y de cómo esos valores influyen a la hora de vivir en sociedad. Y, por la tanto, también de hacer política, periodismo…, de desarrollar cada uno su trabajo como ciudadano.
J.A.- Es una apuesta por la espiritualidad como instrumento de humanización. Entendiendo como humanización tratar a las personas dignamente, como seres humanos. En todos los ámbitos.
Habrá diversas mesas, donde hemos invitado a personas muy diversas. La gente que viene no es de Podemos. Son gente que creemos que tiene algo que decir. Y vamos a debatir. Ellos nos darán su visión, y luego, cada una de las asambleas, de las mesas, partciparán.
Contadnos un poquito cuáles son los ejes de debate que os habéis planteado.
J. A.- La mañana va a ser más expositiva. Vendrá una figura como es Jordi Pigem, filósofo, que nos va a hablar de una sociedad nueva que nace. De la visión que él tiene de esa propuesta. De una sociedad nueva con una espiritualidad nueva. Y cómo podemos contribuir a ella.
Después habrá una mesa con represantes de diversas confesiones, y con representantes de espiritualidad laica. Nos hablarán de cómo la espiritualidad puede humanizar la sociedad, la cultura y la política, desde las distintas líneas de espiritualidad. Nos acompañarán pastores del hinduismo, de la Iglesia anglicana, estará Enma Martínez Ocaña como teóloga católica…
Y la tarde se concreta en cinco temas. Rosa, tú coordinas esas asambleas.
R.A.- Coordino con Alfonso Colodrón una mesa sobre El Cuidado.
Hablábamos antes de la entrevista que, mucho más importante que decirle al otro lo que tiene que hacer, es mirarse primero uno mismo.
R. A.- Sí, hay que partir del conocimiento personal. Yo tengo que saber dóde estoy, qué necesito, cuáles son mis expectativas, mis frenos, mis apuestas. Un conocimiento profundo para después poder ofrecer la posibildad de cuidar.
El cuidado para nosotros es muy importante. Es una manera de aproximarse a las personas desde el respeto. Una actitud que te ayude a crecer a ti misma y a las personas que quieran estar en esto.
Hay cinco ejes en una nueva política; Transversalidad en la gobernanza, la Economía del Bien Común, el Cuidado, Sanar la Memoria y una Cultura de Paz y Educación. Tocáis temas de mucha actualidad. A mí me viene a la memoria la «Laudato si». Estamos juntando el bien común, la ecología, la persona, la lucha por la humanización de la sociedad y la paz, en un mundo que está destrozado.
J. A.- Creo que está muy en sintonía con los ejes de la evangelización y de la pastoral de Jorge Bergoglio. Nosotros no somos exclusivamente católicos, pero sí que hay una armonía clara.
Y hay una mesa muy interesante que es la de Sanar la Memoria. Todo el tema de cómo cuidar a las víctimas, y volver a colocarlas en el centro de la sociedad. Un ética del cuidado tiene que atender esto.
Va a venir una persona muy interesante, Silvia Erice, psicóloga, que puede aportar mucho en este sentido, por su gran experiencia.
Muchas veces colocamos a las víctimas otra vez en el punto de mira.
J.A.- Y las utilizamos… Se trata de otra perspectiva de cómo cuidar y también aprender de esas experiencias.
El día 1 de octubre, en el Centro Cultural del Pozo del Tío Raimundo. Tenéis una reserva de plazas a través de ticketea.
R.A.- Y también vamos a tenerlo directamente. Las personas que se quieran inscribir directamente, lo pueden hacer allí.
Y en vuestra web. Estamos hablando de humanización y política en un pais que adolece de las dos cosas. Esa forma de intentar llegar a acuerdos y no conseguirlos, la paralización del país de la que hablan unos, este contigo no y contigo tampoco, los autobloqueos…, esa sensación que estamos viviendo los ciudadanos que no nos dedicamos activamente a la política, cómo os la planteais vosotros, de un punto de vista de valores para construir una sociedad nueva.
Entiendo que vuestro grupo surge en torno a toda esa dinámica de protesta y de construcción de una nueva sociedad que se generó a partir del 15M. No dejo de pensar que os puede pasar lo que nos pasa a muchos, que tenemos un cierto desencanto.
¿Cómo estais viviendo esta situación?
J. A.- Me imagino que cada situación personal será diferente, pero creo que sí, que hay una sensación de que el modelo no funciona y que está bloqueado. Y también pienso en la esperanza de la gente que se moviliza y que no puede dejar en manos de otras personas que están instaladas en ese sistema, ese aspecto tan importante del compromiso social y político.
La apuesta que hacemos en el círculo es sencillamente de compromiso. Desde un amplio pluralismo y una actitud de escucha, acogida y compromiso con los valores y de responsabilidad con esta dimensión. Que los ciudadanos no nos quedemos paralizados. Más allá de que determinados líderes y determinadas estructuras están bloqueadas. Que es lo que parece. Un sistema cuyas ruedas se han paralizado.
¿Se puede seguir haciendo sociedad y política si no hay gobierno?
R. A.- El eje fundamental es seguir poniendo los derechos humanos en el centro de la vida. Y en torno a estos derechos, hay que ver qué leyes hay que cambiar y por qué.
Hay un sistema que hasta ahora ha dado unos frutos, y los frutos están ahí. No es válido para el ser humano. Hay que cambiarlo. Pero no es una cuestión de imposición, es una cuestión de encuentro. Nos cuesta a los seres humanos ceder terreno.
Pero yo creo que hay que hacer el esfuerzo de poner encima de la mesa lo que es posible hacer juntos y lo que no. Porque no es tan fácil llegar a cuerdos, porque las posiciones son opuestas.
Me refiero a la imposibilidad de que entren en vigor leyes de carácter urgente aprobadas por la anterior legislatura, por ejemplo, de emergencia energética, y que no lo hacen debido a que no hay gobierno. Con lo cual hay mucha gente que sigue sufriendo. Y esto nos tiene que interpelar como sujetos políticos.
R. A.- No es posible un cambio profundo de hoy para mañana. Y en algún momento, después del 15M, yo pensé que esto era posible porque estábamos todos en la calle. Recozco que fue una ingenuidad por mi parte. No quiero dejar de ser inocente, pero esto no es posible si no somos capaces de demostrar que podemos hacer lo que decimos.
En un momento de inseguridad como es este, yo comprendo que hay personas que pueden desconfiar porque la gente de Podemos es muy joven. Entonces, hagamos las cosas de una manera manera abierta. Y abiertamente, hemos dicho lo que para nosotros es la confianza en el pueblo y en las instituciones que hay que transformar. Donde podamos coincidir, coincideremos, y donde no, tendremos que hacer un trabajo de picar piedra, es decir, desde una posición de aprendizaje impecable y implacable. Es mi opinión personal.
¿Cómo percibís el futuro a corto plazo? No solo el del gobierno. Tenéis esperenza de que vamos a salir para adelante, manteniendo ese sueño de seguir trabajando?
J. A.- La tentación es de desesperanzarse. Pero yo creo que dentro de lo cabe hay un montón de cosas que se pueden hacer. Me parece que se trata de que asumamos nuestra capacidad de compromiso y de responsabilidad en la sociedad. Si nos vamos comprometiendo un buen número de personas en esa dirección, sí se puede tener esperanza. Hay que implicarse, para no perder el control de las cosas. Es importante pasar a una ética de la responsabilidad en este sentido. Y creo que ahí, la espiritualidad es un sostén para confiar en el ser humano y en la vida. Para salir adelante de un modo consciente, trabajando.
R. A.- Es un poco pensar en que no solo basta con votar y esperar a que me den la solución. La solución pasa por implicarnos en esa búsqueda y en el encuentro personal y comunitario. Por el aislamiento no vamos a conseguir nada. Porque el poder, digamos perverso, ha trabajado de una manera filigrana para separarnos.
Y para perpetuarse.
R. A.- Exacto. Y ahora hay que hacer un cambio. Y es un cambio opcional. No se puede imponer, pero creemos que es por ahí. Apoyarnos unos con otros. Reconocer la parte de nosotros mismos que puede aportar algo. Nosotros queremos trabajar juntos y somos millones de personas en todo el mundo. Yo, por eso, no pierdo la esperanza de que vamos a un cambio muy profundo. Y de que estamos por la labor de implicarnos por en transformar esta realidad. Estoy convencida. Pero está claro que va a llevar tiempo.
«Humanizar la sociedad y la política» II Encuentro de Podemos Espiritualidad. El 1 de octubre, desde las 10:00 de la mañana en el Centro Cultural del Pozo del Tío Raimundo. Rosa, José Antonio, un placer. Ya nos contaréis qué tal y qué conclusiones sacamos de esto.
J. A.- Muchas gracias por invitarnos. Y me gustaría animar a todo el que quiera a compañarnos el próximo 1 de octubre y participar.