La Iglesia española en general, y la navarra en particular, no estuvo al lado del derecho de los débiles y perseguidos, de las víctimas y sus familias, de la justicia en suma
(Comunidades cristianas de base de Navarra).- Ante las alegaciones, presentadas por las Autoridades Diocesanas, a los procedimientos en curso para exhumar los restos de los difuntos contenidos en el mausoleo conocido como Monumento a los Caídos, sito en la Plaza de la Libertad de Pamplona, en nombre de las Comunidades Cristianas de Base, queremos hacer una llamada a los obispos y a la Iglesia de Navarra.
Al comenzar, como cristianas y cristianos, expresamos nuestro respeto a los familiares de los difuntos cuyos restos yacen en la cripta y deseamos para éstos que reposen en la paz del Dios, misericordioso para con todos, en quien creemos.
No podemos ignorar tres cosas:
-El papel, la responsabilidad y significación que Emilio Mola y José Sanjurjo tuvieron en el golpe de Estado del año 1936 y sus secuelas, en forma de represión criminal y cruenta en Navarra, donde no hubo frente de guerra.
-El inequívoco carácter de exaltación que el mausoleo tiene de unos comportamientos inaceptables desde la lógica democrática y la exigencia de derechos humanos, pero también desde el punto de vista evangélico y cristiano. Pretendidas razones, supuestamente sagradas, o legales, no pueden justificar o encubrir la violencia y el crimen.
–El papel de la Iglesia Española en general, y de la Navarra en particular, que, salvo algunas honrosas excepciones, además de bendecir y caracterizar como «Cruzada» aquella oscura y trágica sublevación, no estuvo al lado del derecho de los débiles y perseguidos, de las víctimas y sus familias, de la justicia en suma.
Pero también queremos señalar otros tres hechos:
-También hubo víctimas inocentes, en los acontecimientos que siguieron al 36, entre personas significadas por su condición de miembros de la Iglesia, religiosas y seglares. Algunas de ellas, no todas, han sido declaradas mártires por su fe.
-En septiembre del año 1971 la Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes celebrada en Madrid, debatió, a propuesta del clero navarro, una propuesta para que la Iglesia Española pidiera perdón a la sociedad por no haber estado siempre a la altura de su misión en la guerra y la posguerra. Esa propuesta, una vez debatida, obtuvo mayoría absoluta de votos, según indican las actas, pero no pudo publicarse como conclusión, porque no alcanzó los dos tercios de votos requeridos.
-En los primeros años de la transición hubo en muchos pueblos de Navarra, sobre todo de la Ribera, coincidiendo con exhumaciones de restos de víctimas republicanas y de su conducción a panteones comunitarios de rehabilitación y memoria, funerales celebrados en las iglesias parroquiales como gesto de petición de perdón y reconciliación.
Este momento actual es una ocasión oportuna para que la Iglesia Diocesana de Navarra corrija, siquiera en algo, errores cometidos en el pasado y haga un gesto de reconocimiento con las víctimas de actos criminales, y de sintonía con ellas y sus familiares.
De ninguna manera nos consideramos mejores que nuestros obispos o que otros creyentes, pero creemos nuestro deber pedir y exigir a nuestras Autoridades religiosas que la Iglesia Diocesana retire las alegaciones que ha hecho a la exhumación de los restos humanos que hay en el Monumento a los Caídos y renuncie al usufructo de la cripta.
Preside ahora esa cripta una imagen del Crucificado. Quienes queremos seguir a Jesús reconocemos en él a un asesinado, ejecutado ignominiosamente fuera de los muros de la ciudad, por decisión de los poderes religiosos y políticos de su tiempo. El dio su vida para enseñar un camino de justicia y amor para todos.
Pamplona, 11 de octubre de 2016
En nombre de seglares y sacerdotes de las Comunidades Cristianas de Base de Navarra, firman esta petición,
Jorge Górriz, Juana Indurain, Javier Pagola, Patxi París, Sagrario Soto, y Maialen Vazquez