No es novedoso el trabajar juntos los distintos movimientos de ambiente y la ACG en nuestra región. Ya desde hace 21 años, los consiliarios tienen una experiencia enriquecedora
(Enrique Gómez, movimiento rural cristiano).- Frente a la corriente envolvente de «cada uno en su parroquia y Dios en la de nadie» -actitud trasnochada de una pastoral que pasó a la historia- los movimientos especializados de Acción Católica y Acción Católica General celebraron un Encuentro, el sábado pasado, en Cáceres, con la presencia del D. Francisco Cerro.
Este obispo pastor, que siempre se hace presente, acompaña y anima para trabajar organizados como manera más eficaz de amar a nuestro pueblo extremeño, recordando la reiterada llamada del Papa Francisco: «En este momento de crisis no podemos preocuparnos solo de nosotros mismos, encerrarnos en la soledad, en el desaliento, en el sentimiento de impotencia ante los problemas… No os encerréis. Salid fuera. Salid» (Pentecostés, 2013).
Alrededor de 95 personas -militantes laicos, hombre y mujeres, junto a algunos consiliarios de las tres diócesis de Extremadura- se dieron cita para compartir el camino pastoral que los distintos movimientos de ambientes -MRC, HOAC, JOC, JEC, PX, MJRC- y la ACG están llevando a cabo en el diálogo con nuestros obispos.
D. José Fernando Almazán, presidente nacional de la HOAC, fue exponiendo la historia y los pasos dados en este proceso, aclaratorio y fructífero, porque supondrá algo positivo para ambas partes.
Nuestros obispos, atendiendo a aquello de que «solo se ama lo que se conoce», van conociendo el trabajo arduo y comprometido de los laicos en los distintos ambientes, y que, en estos tiempos de secularización, es salir y estar donde la sombra de la torre de la iglesia no llega.
La evangelización ilusionante que los distintos movimientos de AC y la ACG están dando como respuesta a esta machacona invitación de Francisco: quiero una iglesia en salida, una iglesia accidentada porque está donde se cuece la vida, no una iglesia enferma por encerrase. Y por otra parte, beneficioso para los mismos movimientos, como alto en el camino para ver cómo se está respondiendo en estos tiempos y qué habrá que poner al día en la tarea evangelizadora.
Una animada comunicación, con aportaciones valiosas de los asistentes, clarificó y nos mostró los retos que en nuestra Iglesia extremeña nos pide a toda la AC.
No es novedoso el trabajar juntos los distintos movimientos de ambiente y la ACG en nuestra región. Ya desde hace 21 años, los consiliarios tienen una experiencia enriquecedora. Se reúnen cuatro veces al año y comparten vida, espiritualidad, dificultades y alegrías.
Finalizó el encuentro con unos suculentos alimentos de la tierra, llevados por cada uno. El buen jamón y mejor vino puso colofón a un fructífero e histórico encuentro. Una vez más la Iglesia en Extremadura, a través de la AC, ha hecho añicos la famosa décima de un clérigo precisamente, a finales del siglo XIII: «Espíritu desunido-anima a los extremeños; jamás entran en empeños, ni quieren tomar partido; cada cual en sí metido, y contento en su rincón, huyen de toda instrucción; y aunque es grande su viveza, viene a ser por pereza, los indios de la nación».
Al menos, que por la AC no quede, contraponiendo nuestro espíritu con los versos otro poeta: «No está en llegar solos y antes, sino juntos y a tiempo» (León Felipe).