El Misterio de la Encarnación, es la apuesta de Dios por los más débiles. Es la apuesta de Dios por la cárcel, cuyo eslabón es el último de una gran cadena
(Faustino Vilabrille).- El pasado día 19 de diciembre, los ex voluntarios de Pastoral Penitenciaria de Asturias, apartando cada uno pequeñas cosas y colaborando todos, hemos instalado en las proximidades del Centro Penitenciario de Villabona de Asturias un Nacimiento compuesto de una cabaña rústica, el niño Jesús, una reja y unas velas, junto con el mensaje de un letrero que dice: «Desde fuera, porque no nos dejan dentro, estamos con vosotros. Feliz Navidad. Ex voluntarios de Pastoral Penitenciaria de Asturias«.
Si bien el próximo día 29 va a hacer un año de la expulsión de los 35 voluntarios de Pastoral Penitenciaria del Centro Penitenciario de Villabona de Asturias, durante el cual hemos luchado a todos los niveles para que se nos diese por lo menos una explicación de una decisión tan injusta y lesiva para los encarcelados, en este año 2016, en que, después de 20 años, no los podemos acompañar para celebrar con ellos la Navidad dentro, con la colocación de un Nacimiento fuera de la cárcel, queremos sencillamente tener un gesto de recuerdo, cercanía y acompañamiento hacia los internos, sin más, unido al silencio, la reflexión y la oración, hacia ellos, celebrando que Jesucristo nace especialmente para los más pobres y marginados de este mundo.
Pues dice explícitamente en el Evangelio de Lucas (4,18): «El Espíritu del Señor está sobre mi porque me ha enviado a anunciar a los pobres la Buena Noticia, a proclamar la liberación a los cautivos, y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor»; y más adelante (7,22):«Id a decir a Juan lo que estáis viendo y oyendo: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la Buena Noticia».
Finalmente en el Evangelio de Mateo (25,31-46) está la formulación de uno de los mensajes más claros y decisivos de Jesús cuando dice: «tuve hambre y Me disteis de comer, tuve sed y Me disteis de beber, era forastero y Me acogisteis, estaba desnudo y Me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verMe… cuando lo hicisteis con los más necesitados a Mi Me lo hicisteis«. Jesús lo practicó: esto mismo podemos y debemos hacer nosotros.
Es por lo que hemos hecho juntos esta oración-reflexión:
La prisión, pesebre de DIOS
«Y María dio a luz a su hijo, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio en la posada…»
El Misterio de la Encarnación, es la apuesta de Dios por los más débiles. Es la apuesta de Dios por la cárcel, cuyo eslabón es el último de una gran cadena.
Dios elige como pesebre la prisión, porque quiere nacer en la soledad de cada preso. Nacer en la soledad de cada celda, en la soledad de cada corazón privado de libertad.
Dios elige la cárcel como pesebre, lejos de las luces de la ciudad, y apartado de todo aquello que no es Navidad. Apartado de todo cuanto se vende alrededor de su nacimiento.
Dios nace en Villabona, y con Él nace la esperanza y la luz en cada preso. Nace con Él, la dignidad y la alternativa, la oportunidad y la transformación.Dios nace y se humaniza en los presos, para humanizar el mundo carcelario. Para hacer una cárcel diferente y liberadora. Esa cárcel que tras las rejas, está llena de seres humanos con deseos de superación, de libertad.
Y hoy Dios nos dice a nosotros, que vayamos a preparar el Belén. Que seamos pesebre para aquellos que son rostro visible del Evangelio. Pesebre donde todos quepan, y donde ninguno se quede al margen.
Así será Navidad. La Navidad liberadora de Jesús, y no otra.
El Nacimiento quedó colocado al lado mismo de la estación del tren de Villabona, que utilizan los familiares que acuden a visitar a los internos, a más de 600 metros del recinto penitenciario. En este sentido no es exacta la información de prensa que dice que fuimos expulsados fuera de los terrenos de la cárcel y echados del recinto penitenciario. La colocación del Nacimiento tampoco fue un acto reivindicativo, como dice otra información de prensa, sino sencillamente de solidaridad y cercanía a los encarcelados, porque estar en la cárcel, sobre todo para los más pobres, es durísimo, y más en estos días de Navidad.
Allí nos hemos sentido muy a gusto, unidos en comunión con los internos, entre nosotros mismos, y en oración en común. Lo importante es que los internos ya saben que estamos con ellos, como lo hicimos durante casi vente años, y ahora hacemos lo que podemos para que no se sientan tan solos en estos días que para todos nosotros son los más entrañables y familiares de todo el año, cosa que para ellos les resulta imposible que sea así.
Por eso, desde el Nacimiento allí en las afueras, y desde estas letras todos los Ex voluntarios de Pastoral Penitenciaria les enviamos un gran abrazo, que ellos bien saben que si ahora no somos voluntarios ni podemos celebrar la Navidad dentro con ellos, no es por culpa nuestra. Pero pensar en ellos, tenerlos presentes cada día en nuestra oración y reflexión, enviarles toda nuestra energía rehabilitadora, y nuestro intenso deseo de cercanía, y ansia de liberación, y que ellos sepan que es así, eso nadie nos lo podrá quitar, ni a nosotros ni a ellos.