En el nuevo escenario la Iglesia quiere seguir ayudando al proceso de paz y yo me alegro y por eso apoyo todas las mediaciones eclesiales e iniciativas compatibles
(Jesús Bastante/Agencias).- El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha roto el bloqueo impuesto por José Ignacio Munilla sobre la relevancia del desarme de ETA llevado a cabo el pasado sábado. Así, durante su homilía en la Misa Crismal de este miércoles, Elizalde ha mostrado su apoyo «a todas las mediaciones eclesiales e iniciativas compatibles», en clara alusión a la participación en el acto de Bayona del arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi.
Según indica la diócesis en un comunicado, el prelado ha destacado entre otros asuntos, «la etapa histórica que estamos viviendo». «La diócesis. desde el Secretariado Social está impulsando y dando forma al nuevo proyecto Paz y Reconciliación», afirma Elizalde. «En el nuevo escenario, la Iglesia quiere seguir ayudando al proceso de paz y yo me alegro y por eso apoyo todas las mediaciones eclesiales e iniciativas compatibles. Nos espera un largo camino en el que no podemos ni desanimarnos ni restarnos sino sumarnos» añade.
El obispo ha trasladado este mensaje a sus feligreses después de que el pasado sábado se materializase el desarme de ETA, en el que participaron personalidades religiosas, como el arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi, y el pastor protestante norirlandés Harold Good. La presencia de Zuppi fue criticada por el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, quien mostró su «sorpresa» por la participación del religioso, ya que no acudió, oficialmente, en representación del Vaticano. Entre otras cosas, porque no se pidió una presencia oficial de la Santa Sede.
A última hora de la tarde, y ante el revuelo causado, el propio Elizalde ha optado por emitir una «nota aclaratoria», en la que subraya que sus palabras «estaban referidas a las iniciativas del Proyecto Paz y Reconciliación que acaba de poner en marcha el Secretariado Social de la Diócesis de Vitoria Gasteiz (tal y como aparece en la información), y en absoluto se referían a otros ámbitos políticos«.
Al tiempo, Elizalde tacha de «totalmente falso» que «existan visiones divergentes entre los obispos vascos, navarros y de Bayona, en esta materia. Nuestra comunión es plena y fecunda y me hallo en perfecta sintonía con ellos. Hago esta aclaración, para salir al paso de interpretaciones equivocadas, que nada tienen que ver con la intención de mis palabras».
Finalmente, reproduce las palabras que aparecen íntegramente en el segundo párrafo de esta nota, y en el segundo párrafo de la nota que envió este mediodía la diócesis. Y que aparecen, también, en la homilía, que también se encuentra colgada en la web de Vitoria. Y que dicen, exactamente, lo siguiente:
En esta nueva etapa histórica, la diócesis desde el Secretariado Social está impulsando y dando forma al nuevo proyecto «Paz y Reconciliación». En el nuevo escenario la Iglesia quiere seguir ayudando al proceso de paz y yo me alegro y por eso apoyo todas las mediaciones eclesiales e iniciativas
compatibles. Nos espera un largo camino en el que no podemos ni desanimarnos ni restarnos sino sumarnos.
El martes, la Comunidad de San Egidio, a la que está vinculado Zuppi, confirmó que el arzobispo de Bolonia participó en los actos del desarme de ETA a título personal, como «testigo moral» y por tratarse de una persona «conocida por haber participado en varios procesos internacionales de reconciliación».
No obstante, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha remitido una carta al secretario general del Vaticano, Pietro Parolin, para mostrarle su «indignación» por la presencia del arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi, en los actos de desarme de ETA el pasado 8 de abril en Bayona (Francia).
En su misiva, firmada por la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, la asociación de víctimas lamenta que Zuppi se prestara a «actuar como parapeto de ETA sin exigir la condena del terrorismo».
«Como bien sabe, los exámenes de conciencia no tienen que ser públicos ni multitudinarios e implican el reconocimiento de principios tan básicos como que matar está mal», recuerda Ordóñez, quien reprocha que el arzobispo no exigiera «arrepentimiento y rechazo del terrorismo«
La presidenta de Covite explica que las víctimas están «indignadas» por la participación de Zuppi y lamenta que «ahora que por fin la Iglesia vasca parecía dar pasos para acercarse a las víctimas, sean las altas instancias de la Iglesia quienes dan carta de naturaleza a unos terroristas orgullosos de su pasado«.
Por su parte, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, aseguró sentirse «más cerca de Mateo Zuppi que de los obispos vascos» en su visión del desarme de ETA. En una entrevista con Radio Euskadi, Ortuzar se mostró «perplejo» como creyente y como católico con las declaraciones del obispo Munilla, quien criticó la presencia de eclesiásticos en el acto de desarme.
Además, recordó la vinculación de su partido con la comunidad de San Egidio, que participó en procesos de interlocución con ETA y que está realizando un trabajo que al PNV le parece encomiable respecto a los refugiados. «Tenemos la conciencia muy tranquila de lo que hemos hecho, tanto las instituciones vascas como los partidos y punto, no cuento más», aseguró.