Tierra, techo y trabajo significa luchar para que todo el mundo viva conforme a su dignidad y nadie se vea descartado
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(Auxi Rueda, Ávila).- «Tierra, techo y trabajo significa luchar para que todo el mundo viva conforme a su dignidad y nadie se vea descartado». Son palabras del Papa Francisco dirigidas a los integrantes del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos que estos días se dan cita en Ávila bajo ese mismo lema: «Tierra, techo y trabajo para una vida digna».
En un mensaje que el Santo Padre les ha hecho llegar a través del Obispo abulense, Mons. Jesús García Burillo, les recuerda que estas tres realidades expresan la «experiencia fundamental para el ser humano, que es la de sentirse arraigado en el mundo, en una familia, en una sociedad».
Y pone como ejemplo y estímulo la figura de Cristo, quien «viviendo en una familia y trabajando con sus manos» pudo «redimir y salvar lo humano con su muerte y resurrección».
El Pontífice también tiene palabras de alegría por el 50 aniversario de este Movimiento Internacional de Trabajadores Cristianos. Una efeméride que recuerda su «presencia cristiana en el mundo del trabajo y de caminar al lado de tantos hermanos trabajadores, compartiendo sus gozos y esperanzas, sus alegrías y sus penas».
Por lo que les anima a «perseverar con renovado impulso en sus esfuerzos para acercar el Evangelio al mundo del trabajo», con el fin de que la voz de los trabajadores siga también «resonando en el seno de la Iglesia».
El mensaje, que ha sido transmitido por el Obispo de Ávila esta tarde en la inauguración del Simposio Internacional del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, concluye con la impartición de la Bendición Apostólica a los delegados del Movimiento.
El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, también ha querido tener unas palabras para los asistentes al seminario y asamblea, para los que ha pedido «sabiduría y fortaleza» para descubrir «caminos de fraternidad que lleven a la humanidad nueva» y para lograr «la mitad del mundo que da la espalda a la otra mitad que sufre se vuelva a dar la cara y unir sus manos para poder iniciar ese camino nuevo».
Carlos Escribano, obispo de Calahorra-La Calzada-Logroño y consiliario de la Acción Católica, a la que pertenece la HOAC, afiliada al MMTC, que actúa como anfitriona en el seminario y la asamblea, también se ha dirigido a los presentes a los que ha animado a hacer «sus propuestas desde la experiencia del Evangelio que ilumina y abre horizontes ante la realidad social mundial»
El presidente de la HOAC, José Fernando Almazán, ha destacado que «no es habitual ver coincidir a representantes de los trabajadores y de la iglesia». También ha exhortado a los asistentes al encuentro a redoblar esfuerzos para lograr el respeto a la dignidad de la persona en el trabajo y responder a «la necesidad inexcusable de asegurar techo, tierra y trabajo para todo el mundo».
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, por su parte, ha resaltado la confluencia con las organizaciones cristianas «en la defensa de la centralidad del trabajo en una sociedad que paulatinamente ha ido mercantilizando todos los ámbitos sociales» y también en «el internacionalismo». «La solidaridad nos identifica y la solidaridad nos tiene que unir», ha dicho.
La vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanza, ha insistido igualmente en señalar las reivindicaciones comunes entre organizaciones del mundo obrero y en que «la unión hace la fuerza tan necesaria para promover el reparto de la riqueza entre todos y todas, en medio de esta globalización que está ahí y que debe servir para que los países que menos tienen no tengan todavía menos».
El secretario general de USO, Julio Salazar, ha destacado que «hoy como ayer estamos en la tarea conjunta por hacer frente a la difícil coyuntura, tras los diferentes destrozos humanos causados, de revertir tanta injusticias como se siguen cometiendo», al tiempo que ha indicado que «todas las manos son necesarias para cambiar la globalización de la nueva economía que sirve para que cada vez menos tengan
más de la riqueza que generamos entre todos».
Texto íntegro del saludo del Papa Francisco
«A SU EXCELENCIA MONS. JESÚS GARCÍA BURILLO, OBISPO DE ÁVILA
Con motivo del Encuentro Internacional del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, que se celebra en Ávila, el papa Francisco saluda a todos los delegados presentes y se une a su alegría y acción de gracias a Dios por estos 50 años de presencia cristiana en el mundo del trabajo y de caminar al lado de tantos hermanos trabajadores, compartiendo sus gozos y esperanzas, sus alegrías y sus penas.
«Tierra, techo y trabajo para una vida digna», es el lema de vuestro encuentro. Efectivamente, la dignidad de la persona está muy unida a estas tres realidades, que expresan esa experiencia fundamental para el ser humano que es la de sentirse arraigado en el mundo, en una familia, en una sociedad. Tierra, techo y trabajo significa luchar para que todo el mundo viva conforme a su dignidad y nadie se vea descartado. A esto nos anima nuestra fe en Dios, que envió a su Hijo al mundo para que, compartiendo la historia de su pueblo, viviendo en una familia y trabajando
con sus manos, pudiera redimir y salvar lo humano con su muerte y resurrección.
Así pues, el Santo Padre les exhorta a perseverar con renovado impulso en sus esfuerzos para acercar el Evangelio al mundo del trabajo y también para que la voz de los trabajadores siga resonando en el seno de la Iglesia. Con estos deseos, e invocando la intercesión de la Virgen María, les pide que no dejen de rezar por él y les imparte la implorada bendición apostólica.
Cardenal Pietro Parolin
Secretario de Estado de su Santidad
Vaticano, 11 de Julio de 2017»