Tarde o temprano, la denuncia de la pobreza dejará de tener un contenido ideológico, porque la cultura del descarte no es una cuestión ideológica
(Jesús Bastante).- «Los pobres ya no nos duelen». El diagnóstico de Fernando Fuentes resulta sumamente revelador. Tal vez por eso, el responsable de la Comisión de Pastoral Social de la CEE se muestre tan convencido de que, con jornadas como la de este domingo (I Jornada Mundial de los Pobres), instituida por el Papa Francisco, «son fundamentales para sensibilizar a la sociedad frente a la indiferencia ante la pobreza».
«El Papa quiere que vivamos esta jornada como una tradición, para que los cristianos mantengamos viva la preocupación constante por los pobres, en mitad de una cultura del descarte que está generando injusticia y desigualdad en todo el mundo», apuntó Fuentes durante un encuentro con los medios para presentar la jornada de este domingo.
Y es que son ocho millones los que este domingo van a escuchar los subsidios litúrgicos e ideas para la homilía que ha preparado la Iglesia española. Y muchos los que participarán de distintas iniciativas que las diócesis, con el apoyo de Cáritas y otras ONG católicas, han preparado para seguir sensibilizando a los creyentes respecto a la realidad de la pobreza. «Hay una acción caritativa y social constante en la Iglesia, pero necesitamos gestos de este tipo, que generen más sensibilización ante la pobreza».
En este contexto, la I Jornada Mundial de los Pobres, instaurada por el Papa Francisco, y que este año se celebrará bajo el lema ‘No amemos de palabra sino con obras’, invita a «no quedarse solo en una posición de sensibilidad sino de acercamiento, con gestos hacia los pobres». Fernando Fuentes ha recalcado que todos los papas se han mostrado cercanos a los pobres, pero que Francisco «pone el acento en los gestos. En el contexto actual, son muy importantes para cambiar la cultura de la indiferencia». Aunque ello suponga que muchos tilden a Bergoglio de ‘Papa rojo’. «Tarde o temprano, la denuncia de la pobreza dejará de tener un contenido ideológico, porque la cultura del descarte no es una cuestión ideológica».
Desde la CEE proponen, entre otras acciones: acercar a la comunidad cristiana la realidad de la pobreza, trabajar con los alumnos de los colegios y hacer gestos concretos similares a los realizados por el Papa Francisco y que consideran «accesibles a cualquier persona», como repartir paraguas a las personas sin hogar en la plaza de San Pedro, regalarles tarjetas de teléfono o compartir la jornada con una persona en situación de pobreza, informa Ep.
La jornada no irá acompaña de una colecta especial porque el objetivo principal es la sensibilización. «Es mucho más importante ser sensibles a esas personas que simplemente ofrecer algunos bienes que pueden socorrer a algunas personas. Es mucho más importante que, a nivel mundial, exista esta sensibilidad», ha remarcado.