El arzobispo ha compartido con los religiosos tres necesidades que salen de su corazón: comunicar esperanza, trabajar por una cultura abierta y trabajar por la paz
(Archidiócesis de Madrid).- El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, bendijo este martes, 14 de noviembre, por la tarde el Wanda Metropolitano siguiendo una tradición histórica para el Atlético de Madrid, cuyos anteriores estadios ya fueron bendecidos en su momento.
En el acto privado celebrado en el nuevo estadio, el purpurado estuvo acompañado por varios sacerdotes de la diócesis y fue recibido por Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil, que ejercieron de anfitriones en un recorrido por las instalaciones antes de iniciar el acto, al que también asistieron Clemente Villaverde y José Luis Pérez Caminero.
En representación de las Leyendas estuvieron presentes Roberto Fresnedoso y Juan Carlos Pedraza.
El cardenal agradece la labor de los religiosos en la XXIV Asamblea General de CONFER
Por otro lado, desde este lunes, 13 de noviembre, y hasta hoy miércoles, CONFER ha celebrado su XXIV Asamblea General con el título La Vida Consagrada ante el Sínodo sobre los jóvenes y bajo el lema: Se puso a caminar con ellos (Lc. 24,15).
Este miércoles por la mañana, el cardenal arzobispo de Madrid ha dirigido la oración matinal y ha dedicado un saludo a todos los participantes. El purpurado ha agradecido la invitación a la jornada y, meditando el Evangelio, ha compartido con ellos tres necesidades que salen de su corazón: comunicar esperanza, trabajar por una cultura abierta y trabajar por la paz.
En primer lugar, «gracias porque seguís comunicando esperanza, y eso es muy importante». La esperanza, ha aseverado, «convierte el tiempo de la historia en tiempo de Dios, nos hace ver que nunca es tarde para tocar el corazón del otro y que nunca es inútil».
Es Jesús, ha dicho el prelado, quien «nos revela el rostro de Dios, un Dios con un amor tan grande que comunica siempre una esperanza inquebrantable que nada puede destruir». Por ello, ha reconocido, también, su trabajo «por la causa de Dios», que no consiste solo en «advertir carencias y peligros», sino que «es, sobre todo, enseñar a vivir con la firme confianza de quien sabe que cuenta con la victoria de Cristo».
En segundo lugar, el cardenal Osoro ha hecho una petición a los religiosos: «Seguid trabajando por una cultura abierta» porque «Cristo es para todos los hombres» y «la fe cristiana ayuda a crecer en la convivencia, en la solidaridad universal, crea puentes, une personas, da horizontes…». Nos hace «no estar viendo enemigos por todas partes», ha destacado, sino hermanos «a los que tengo que ir a ver y encontrarme con ellos».
Y, en tercer lugar, «seguid trabajando por la paz». Porque «cuando el ser humano se deja iluminar por el resplandor de la verdad, es capaz de entender -de modo natural- el camino de la paz». Y la paz, ha confirmado, «es un don de Dios» y «en Jesucristo reconocemos al Príncipe de la paz». En esta línea, les ha alentado a promover y entregar la paz «en medio de un mundo que necesita de Dios».
Desde la sencillez y lo pequeño
Comunicar esperanza, trabajar por una cultura abierta y trabajar por la paz. Tres peticiones y un solo camino: Cristo. Y todo ello, ha recordado, «gracias a la fecundidad que podáis hacer en vuestras vidas en torno a tres palabras: educar, anunciar y transformar». De esta manera, les ha agradecido su labor, al ser consciente de «la capacidad que tenéis desde la sencillez, desde lo pequeño -como el grano de mostaza, que es una semilla pequeña pero va creciendo, y cuántos pájaros pueden posarse en ella…-«. Pero lo importante, ha concluido, «es que se puedan posar».
En la misma línea, el cardenal Osoro ha publicado este mensaje en su cuenta de Twitter:
La vida consagrada es un regalo a los hombres: da esperanza, promueve una cultura abierta, muestra a Cristo. #AG2017
— Carlos Osoro Sierra (@cardenalosoro) 15 de noviembre de 2017
