Medios de Madrid han interpretado que también Urkullu o Omella participaron en estas conversaciones, algo que el rotativo barcelonés 'Ara' ha aclarado que nunca ha afirmado
(C.D./Efe).- El cardenal Omella no fue «uno de los que avisó» a Carles Puigdemont de que habría «muertos en las calles». La Iglesia de Barcelona ha desvinculado al arzobispo de la ciudad de las conversaciones entre el Gobierno y la Generalitat en las que supuestamente se habló de un escenario de «violencia extrema» en caso de que la comunidad autonómica catalana realizara una Declaración Unilateral de Independencia.
En un escueto comunicado emitido por el arzobispado de la Ciudad Condal, el cardenal desmiente «las noticias aparecidas en diversos medios de comunicación sobre las informaciones de violencia de Estado, en caso de que el gobierno de la Generalitat hubiese hecho una DUI».
El cardenal ha hecho esta afirmación para negar algunas informaciones que atribuyen a las personas que intentaron negociar en el conflicto entre el gobierno catalán y el Estado, como el lehendakari Iñigo Urkullu, el Sindic de Greuges, Rafael Ribó, o el propio Omella, la advertencia de una posible violencia de Estado.
En concreto, la información a la que se refiere el arzobispo parte de una noticia publicada en el diario Ara en la que se afirma que Ribó fue «uno de los que avisó» a Puigdemont. Sin embargo, medios de Madrid han interpretado que también Urkullu o Omella participaron en estas conversaciones, algo que el rotativo barcelonés ha aclarado que nunca ha afirmado.
El origen, las palabras de Rovira
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, denunció este viernes que el Gobierno «amenazó» por «múltiples vías» con enviar al Ejército y con «muertos en las calles» si el Govern mantenía sus planes de la declaración unilateral de independencia, un escenario de «violencia extrema» que «no estábamos dispuestos a asumir».
Enseguida, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, calificó estas afirmaciones de «burda patraña», negó rotundamente las acusaciones, y afirmó que «los dirigentes secesionistas están acostumbrados a mentir».
También el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo que las afirmaciones de Rovira son «una vergüenza. Ya no hay calificativo que tenga para aplicar a esa afirmación. Dejémoslo en que es absolutamente falso. Es una enorme mentira y, sobre todo, es una vergüenza».
El #CardenalOmella desmenteix categòricament les notícies aparegudes en diversos mitjans de comunicació sobre les informacions de violència d’Estat, en cas que el Govern de la Generalitat hagués fet una DUI
— EsglésiaBarcelona (@esglesiabcn) 18 de noviembre de 2017