La creación de la Fundación Educativa Jesuitinas quiere ser un paso "significativo" para dar continuidad a la intuición educativa de la Madre Cándida, fundadora de la Congregación
La Fundación Educativa Jesuitinas, aprobada por la Conferencia Episcopal, es una entidad sin ánimo de lucro con la finalidad, tal y como recogen sus estatutos, de la educación integral de la infancia y la juventud, con una identidad religiosa católica y siguiendo el carisma de Santa Cándida María de Jesús, fundadora de la Congregación.
«Como lo han sido desde 1871, los colegios de Jesuitinas pretenden continuar siendo una clara alternativa de escuela en valores cristianos, generadora de procesos de crecimiento», han informado a Europa Press fuentes de la Congregación.
Su filosofía es mantener el clima en el que «se dan unas relaciones que ayudan a las personas a abrirse al mundo, a ser más fraternas y solidarias con sus semejantes, a servir y amar a todos, especialmente a los más necesitados y a ser miembros activos en la sociedad y en la Iglesia».
La creación de la Fundación Educativa Jesuitinas quiere ser un paso «significativo» para dar continuidad a la intuición educativa de la Madre Cándida, fundadora de la Congregación, y «una respuesta al desafío de crecer junto a los laicos en la misión y visión compartidas», han añadido las mismas fuentes.
La nueva titularidad de las obras educativas no implica ningún cambio en lo que respecta a las comunidades de las Hijas de Jesús, que continuarán presentes en los colegios y en las múltiples labores apostólicas que desarrollan donde están. Tampoco afectará al carácter propio, que seguirá siendo el mismo, ni a los educadores ni dinámica de los centros.
Las Hijas de Jesús, conocidas como Jesuitinas en muchos lugares, es una Congregación de religiosas fundada por Santa Cándida María de Jesús en el año 1871 en Salamanca. Actualmente están presentes en 19 países del mundo y cuentan en España con 23 Obras Educativas (colegios y colegios Mayores).
Además, están presentes en distintos ámbitos donde, desde la educación entendida en sentido amplio, puedan contribuir al bien de los prójimos: catequesis, pastoral de la salud, alfabetización, promoción de la mujer, colaboración con instituciones sociales y eclesiales… Colaboran también en la formación espiritual que deriva de su propia identidad en la Iglesia como son los Ejercicios Espirituales y acompañamiento de personas y grupos.