Los seminaristas españoles "tienen una gran influencia de los medios de comunicación, sobretodo internet, sentido de la amistad, son más emotivos que racionalistas, con un marcado sesgo espiritual y un deseo de servir a la Iglesia"
(Jesús Bastante).- «Apóstoles para los jóvenes» es el lema del Día del Seminario. En un momento de aparente repunte de vocaciones al sacerdocio, hablamos con el arzobispo de Urgell y responsable de la Comisión Episcopal de Seminarios, Joan Enric Vives, sobre el presente y el futuro del sacerdote en España.
«Nuestros seminaristas gozan de buena salud humana y espiritualmente hablando», asegura Vives, quien añade que el gran reto de la Iglesia española es ofrecer a los seminaristas «una formación integral, humana, intelectual, espiritual y pastoral que encarne la reforma del Papa Francisco en las vidas los nuevos pastores-evangelizadores del presente y del futuro».
¿Cuál es el ‘estado de salud’ de los seminaristas españoles?
Los 1263 seminaristas mayores y los 1061 menores que actualmente se están formando en los seminarios de España son jóvenes y adolescentes de su tiempo, com las características propias de nuestro tiempo.
¿Cómo son los jóvenes de hoy, que deciden entrar en un seminario?
Como otros jóvenes, tienen una gran influencia de los medios de comunicación, sobretodo internet, sentido de la amistad, son más emotivos que racionalistas, con un marcado sesgo espiritual y un deseo de servir a la Iglesia y a sus hermanos especialmente a los más vulnerables. Me atrevería a decir que nuestros seminaristas gozan de buena salud humana y espiritualmente hablando.
¿Cuál es el futuro de las vocaciones en España?
Desde hace unos años se va manteniendo el número de seminaristas en torno a 1.200, o incluso crece. En este curso se han incrementado en un 9% los ingresos al Seminario Mayor, que es una esperanzadora noticia. Debemos pedir las vocaciones de especial entrega a Dios, pues es un mandato del Señor, y nuestra responsabilidad es proponer la llamada y acompañar responsablemente a los que responden, proponiéndoles un camino eclesial de crecimiento y una formación efectiva.
Si bien en Europa notamos un déficit vocacional, en Asia y África y algo menos en América, se está dando un florecimiento vocacional que debe movernos a reflexión. ¿Nuestras Diócesis y nuestras Congregaciones religiosas están haciendo una reflexión que nos lleve a mejorar la propuesta vocacional para acercarnos mejor a los deseos y anhelos de los jóvenes de hoy? Todos esperamos que el Sínodo de octubre aborde estas cuestiones y proponga un discernimiento y un acompañamiento más acorde con las nuevas sensibilidades de la juventud.
¿Están los jóvenes seminaristas hoy comprometidos con el ‘espíritu Francisco’?
El Papa Francisco con su cercanía a los jóvenes y su autenticidad, atrae a los seminaristas de hoy por la vía de la ejemplaridad. El gran reto que tenemos es ofrecerles una formación integral, humana, intelectual, espiritual y pastoral que encarne la reforma del Papa Francisco en las vidas los nuevos pastores-evangelizadores del presente y del futuro.