La pluralidad de leyes sobre la clase de Religión en las comunidades, a veces, se ha manifestado de una manera anárquica
«Llamar muerte digna a la eutanasia es un eufemismo, un encubrimiento literario». Así se ha referido el cardenal Ricardo Blázquez al debate en el Congreso sobre el suicidio asistido, opinando que este y otros eufemismos se producen porque «no nos atrevemos a nombrar las cosas por su nombre, rehuimos la mirada a lo que realmente allí acontece».
Es algo similar a lo que ocurre cuando se denomina a un aborto como «interrupción voluntaria del embarazo», ha explicado el presidente de la Conferencia Episcopal en una entrevista en la COPE. En ambos casos, según el purpurado, es «disponer de la vida de otra persona de la cual nosotros no tenemos en absoluto competencia».
Blázquez se ha pronunciado también sobre la actual situación en Cataluña, algo que le ha producido «una profunda tristeza». Ha recordado el momento en el que el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, declaró unilateralmente la independencia: «Me parece terrible, me entristece profundamente». Esto, ha añadido, «causa fractura en la sociedad». Por ello, ha reconocido que es una cuestión que en la Conferencia Episcopal «tratamos muy detenidamente».
Preguntado por la renuncia de todos los obispos chilenos por los abusos a menores, el arzobispo de Valladolid ha apuntado que traslada «un mensaje de petición de perdón, sin ninguna reserva». Monseñor Ricardo Blázquez cree que el abuso por parte de unos sacerdotes es «especialmente dañino» porque «la Iglesia tiene un mensaje moral».
En materia de educación y sobre la oferta de la asignatura de Religión, el presidente de la Conferencia Episcopal ha asegurado que «la pluralidad de leyes en las comunidades, a veces, se ha manifestado de una manera anárquica«. En el caso de Castilla y León, puntualizaba, «no tenemos ninguna queja». En este sentido, ha recordado que cuando los tribunales se han pronunciado al respecto, la respuesta ha sido favorable a los obispos, «como defensores del derecho de los padres a que sus hijos reciban la educación según sus convicciones».
(RD/COPE)