Nos negamos a creer que la Iglesia Católica Universal no proteja a quién fue su salvador y protector en los momentos más críticos para esta en toda su historia. ¿Será necesario recordarlos? ¿acaso la defensa de la Cruz no merece un acto de valentía?
(Jesús Bastante).- «España se juega, en estos momentos, una vez más, su existencia como nación cristiana». El presidente ejecutivo de la Fundación Francisco Franco, Juan Chicharro, terció ayer, 18 de julio (82 aniversario del comienzo de la Guerra Civil) en la polémica por la exhumación de los restos del dictador, y exigió a la Iglesia que se oponga a la misma, con una razón cuando menos curiosa: «Por el recuerdo debido a quien fue su benefactor y a quien deben su existencia«.
En un editorial, titulado «¡18 de julio!», Chicharro llama «a un nuevo alzamiento» frente al riesgo de volver a perder las raíces cristianas de España. Para la Fundación Francisco Franco, «la exhumación del Generalísimo Franco como punto de partida para con posterioridad desacralizar el Valle y si pueden volar o dinamitar la propia Cruz como último objetivo». «No nos engañemos. Este es el plan», advierte el presidente de la Fundación Francisco Franco.
En plena polémica por la oposición de la familia del dictador, y del prior de la Abadía del Valle, Santiago Cantera, a la salida de los restos de Franco, Chicharro lanza una advertencia a la Iglesia católica, que en su opinión «tiene mucho que decir en este abyecto plan». Así, insta a la Conferencia Episcopal a que «lo impida, entre otras muchas razones por el recuerdo debido a quien fue su benefactor y a quien deben su existencia, amén de que no querrá contribuir a la desafección de millones de españoles vaciando aún más las iglesias de lo que ya están«.
No es la primera vez que, en los últimos días, la Fundación Franco lanza admoniciones contra el Gobierno, y también contra la Iglesia católica. Así, en una ‘Carta abierta a la jerarquía de la Iglesia católica’, los guardianes del recuerdo del dictador muestran su perplejidad ante la postura de la Conferencia Episcopal, que anunció que no pondrá pegas a la salida del dictador del Valle.
«Nos negamos a creer que la Iglesia Católica Universal no proteja a quién fue su salvador y protector en los momentos más críticos para esta en toda su historia. ¿Será necesario recordarlos? ¿acaso la defensa de la Cruz – siguiente objetivo – no merece un acto de valentía?», afirma la misiva, que se dirige directamente al Papa para pedir a Dios «que ilumine a la más alta Jerarquía de la Iglesia Católica en su decisión y que no contribuya por dejación u omisión a la desafección de millones de católicos de todo el mundo en un acto que sería de colosal ingratitud y vejación no sólo con el Fundador de ese monumento sino con los miles de españoles que reposan en la Basílica construida como símbolo de reconciliación bajo el amparo de los brazos de la Cruz».
«Ignoramos cual será el desenlace de esta intención sectaria, llena de odio, revanchista y alejada de cualquier tipo de reconciliación del Gobierno, pero sí tenemos claro que la historia colocará en su sitio a justos y pecadores«, concluye la ‘Carta abierta’.
Juan Chicharro, presidente de la Fundación Francisco Franco