Conmemora los 526 años del cumplimiento su promesa de cuidar el cementerio judío

Vitoria-Gasteiz vuelve a brillar en el sendero sefarad

Presidente de la Asociación ACEI-Havtajá: "Hay que dar a conocer la historia de los vascos judíos"

Vitoria-Gasteiz vuelve a brillar en el sendero sefarad
Vitoria-Gasteiz celebra 526 años de fidelidad a su promesa de cuidar su cementerio judío

La comunidad judía en Vitoria llegó a alcanzar los 5000 miembros... la convivencia en la ciudad fue más pacífica que en otros lugares de la península

(Txenti García).- La ciudad de Vitoria-Gasteiz ha recibido el reconocimiento de la comunidad judía a través de la Asociación Cultural Euskadi Israel – Havtajá, que significa «promesa» en hebreo, precisamente por ser fiel a la «promesa» de respetar la tierra que fue cementerio judío antes de su expulsión en 1492.

Se cumplen exactamente 526 años de la ‘havtajá’, la promesa que el pueblo vitoriano hizo a la comunidad judía de la ciudad de cuidar el solar del antiguo cementerio en que descansaban los restos mortales de sus antepasados, lo que hoy conocemos como el parque de Judizmendi (monte de los judíos).

El lunes 4 de febrero ha sido la fecha escogida para hacer público el reconocimiento con varios actos.

El Palacio de Villasuso acogió el acto académico con una serie de conferencias:

• «La judería de Vitoria». José Ramón Díaz de Durana. Catedrático de Historia Medieval. IP del Grupo de Investigación Consolidado del Gobierno Vasco Sociedad, Poder y cultura (siglos XIV-XVI).
• «Las juderías del norte peninsular en la Edad Media». Egoitz Alfaro. Doctor en Historia Medieval. Grupo de Investigación en Patrimonio y Paisajes Culturales.
• «Pervivencias de la judería de Vitoria tras la expulsión de 1492». Ismael García. Doctor en Historia Medieval. Grupo de Investigación en Patrimonio Construido.
• «Los judíos de Vitoria: sus oficios y cargos durante la Baja Edad Media». Eduardo Inclán. Máster en Historia Medieval. Vicepresidente de ACEI-Havtajá.

Con estas conferencias se ha tratado de recuperar la imagen de una ciudad en la que la presencia y convivencia con miembros de la comunidad judía fue un hecho normal. Eduardo Inclán, concretamente se refirió a los diversos oficios y cargos que ocuparon, eliminando el mito del judío usurero, centrado en el comercio y la recaudación «los hubo que se dedicaron a la forja,, la herrería, …»

La comunidad judía en Vitoria llegó a alcanzar los 5000 miembros, la sinagoga de la ciudad daba servicio a los judíos residentes no solo en Álava, sino en provincias limítrofes. La convivencia de con la comunidad judía en Vitoria fue más pacífica que en otros lugares de la península. Si bien fueron relegados a un barrio, la judería, previamente habían habitado en diversos lugares. Una gran parte de la diáspora de los judíos alaveses acabaron en la localidad francesa de Baiona, a la que la comunidad judía del Norte hoy sigue teniendo como referencia.

 



Por la tarde tuvo lugar el acto institucional en Judizmendi. En torno al monolito en el que se recuerda que «En este lugar estuvo el cementerio israelita que la aljama de Vitoria cedió perpetuamente a la ciudad el 27 de julio de 1492. La ciudad y el ayuntamiento respetaron lealmente las concesiones de la cesión durante 460 años hasta que el 27 de junio de 1952 Vitoria-Gasteiz quedó liberada de ellas por convenio suscrito en esta fecha con el consistorio israelita de Bayonne».

Desde entonces, el parque ha sufrido diversas remodelaciones, y desde el año 2004 cuenta también con una escultura de la autora israelita Yaël Artsi-Moyal denominada «Convivencia», en granito extraído de las canteras de Jerusalem, que representa un libro abierto con la siguiente cita bíblica del libro de Isaías 2:4, en hebreo, castellano y euskera: «Y convertirán las espadas en rejas de arado y sus lanzas en hoces no alzarán su espada nación contra nación ni se ensayarán contra la guerra».

En el acto estuvieron presentes Alcalde, Gorka Urtaran Agirre, el Obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde y del Gran Rabino de Madrid Moshe Bendahan.

El presidente de la Asociación ACEI-Havtajá, Laurence Franks, reconocía que «uno de mis propósitos es meter Vitoria en el mapa judío, en el sendero sefarad. Hay que dar a conocer la historia de los vascos judíos. Por eso mi propósito en Vitoria es doble, agradecer al pueblo de Vitoria el compromiso adquirido en 1492 de respetar el cementerio judío, compromiso renovado y mantenido hasta hoy; y poner sobre el mapa de las comunidades judías. Mi compromiso alcanza también a que en el plazo de 15 meses haya un vasco al frente de esta asociación vasco – israelí Havtajá (Promesa)».

El Obispo de Vitoria y el Gran Rabino de Madrid


Judimendi, el legado judío de Vitoria

Judizmendi (en euskera monte de los judíos) es un barrio de la ciudad de Vitoria-Gasteiz en cuya loma estaba situado el cementerio judío de la ciudad. En 1492, cuando los Reyes Católicos firmaron el decreto de expulsión de los judíos de España, la comunidad judía de Vitoria pactó con las autoridades de la ciudad la cesión de los terrenos del cementerio con la única condición de no construir nada en ese lugar sagrado.

Con el paso de los años, a mediados del siglo XX, las autoridades olvidaron el acuerdo y proyectaron construir un nuevo cementerio en ese lugar. La comunidad sefardí de Bayona, heredera de los judíos que se fueron de Vitoria, presentó alegaciones al proyecto y éstas fueron atendidas por el ayuntamiento de la ciudad. El 27 de junio de 1952, delegados de la comunidad de Bayona y el alcalde de Vitoria firmaron un nuevo acuerdo que anulaba el del 27 de junio de 1492 y liberaba a la ciudad de Vitoria de sus compromisos a cambio de mantener viva la memoria de la comunidad judía vitoriana. Sobre la loma hay una amplia zona verde de recreo y en ella un monolito que recuerda estos hechos.

La jornada concluyó con una cena en el Portalón, en la que de manera más distendida, los asistentes hicieron balance del día y de la historia. Tras la bendición de la mesa que hicieron el obispo y el rebino, los comensales fueron hablando de lo humano y lo divino, del devenir de la historia del pueblo de Israel, de los cambios en el mundo cristiano y musulmán, del cooperativismo desde sus inicios en la Inglaterra del XIX hasta los kibutz del Estado de Israel pasando por el modelo social de Arizmendiarrieta. Los representantes de la comunidad judía de Bayona, cuyos apellidos se remontan a la judería toledana de siglos atrás, insistieron en la importancia de recordar y celebrar el gesto de la ciudad de Vitoria-Gasteiz con la conservación de la memoria en el parque de Judizmendi.

Elizalde y Bendahan, en la cena


La exposición

Con motivo de estos actos ha regresado a la capital alavesa la exposición «Los 13 Pilares de la educación sobre el Holocausto».

La exposición, que hasta el día 6 de febrero permanecerá en el Pabellón Universitario de la UPV en Álava, consiste básicamente en 13 paneles explicativos, en los que con unos textos en euskera y castellano, acompañados de fotografías, tocan 13 temas y algunas ideas equivocadas relacionadas, lo que titulan como «el mito falso». Quizá esta segunda parte de los paneles es lo que más sorprenda al visitante, ya que recoge afirmaciones, que si bien han sido recogidas en algún momento de la historia, hoy seguramente resultan más bien anacrónicas.

En los textos se puede apreciar un interés por remarcar una matización terminológica que distinga entre el asesinato masivo de ciertos colectivos concretos, lo que sería un genocidio, y el asesinato masivo llevado a cabo con la población judía, que sería la Shoah, el Holocausto. De manera que las víctimas del genocidio nazi fueron los gitanos, homosexuales, discapacitados, y otros muchos colectivos, y las víctimas del Holocausto son exclusivamente las personas judías.

Entre las afirmaciones lapidarias podemos ver en la exposición frases como: «El Holocausto exterminó dos tercios de los judíos europeos», o «El Holocausto fue perpetrado por personas normales»; o las 10 maneras de asesinar del nazismo.

Figuras como Ana Frank aparecen en la exposición cuando se recuerda a millón y medio de niños judíos asesinados.

Una de las causas del Holocausto que se señalan de manera especial es el antisemitismo, una fobia racial que aún pervive en una minoría que es suficiente para mantener la guardia de este pueblo con más de 4000 años de historia.

 



Non solum sed etiam

La verdad es que me siento orgulloso de que mi ciudad haya sabido mantener la promesa de respetar el terreno que fue camposanto de la comunidad judía que vivió en la ciudad hace más de 500 años. Además, creo que estas celebraciones sirven para acercarnos a una historia muchas veces desconocida, desmontar falsos mitos, y reconocer errores y aciertos del pasado que puedan servirnos en el presente para construir un mejor futuro.

Desconozco hasta donde alcanzará la recuperación de la presencia de la comunidad judía en Vitoria con estas iniciativas, si volverá a haber una sinagoga en la ciudad, ni si en un futuro el Rosh Hashanah, el Succot, la Janucá, el Purim, la Pésaj, el Shavuot, serán fiestas que se celebren también en Vitoria-Gasteiz, o incluso si la Pascua tendrá más signos que las tradicionales procesiones y celebraciones cristianas.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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