La vicepresidenta socialista Carmen Calvo ha anunciado este viernes que el Gobierno Sánchez el 10 de junio de 2019 removerá del Valle de los Caídos la momia de Franco, que lleva allí casi cuatro decadas y le enterrará en El Pardo (La frase de Antonio Banderas sobre Franco que entierra en lo más hondo a Sánchez e Iglesias ).
La decisión, claramente electoralista, puede quedar en nada, porque depende de que el Tribunal Supremo decida adoptar la suspensión cautelar que ha pedido la familia y paralice cualquier avance, lo que haría imposible hacer ningún movimiento de restos a cortom plazo (Los monjes: «¡El dinero de la subvención al Valle de los Caídos no es del Gobierno Sánchez!”).
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Hace poco más de un mes, el Gobierno socialista dio un plazo de 15 días a la familia para que señalara el lugar donde desea que sea inhumado, advirtiéndole que no podía ser, como llegaron a pedir, en la catedral de La Almudena, porque se convertiría en un lugar de peregrinación, en pleno centro de Madrid.
Un juzgado de Madrid ha suspendido cautelarmente el 27 de febrero la licencia urbanística para la exhumación, por considerar que levantar la losa de granito de 2.000 kilos de la tumba podía poner en peligro a los operarios.
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Los juzgados contenciosos administrativos «no son competentes para resolver sobre los acuerdos del Consejo de Ministros», han recordado desde el Gobierno, pero sí pueden retrasarlos, y en cualquier caso, queda pendiente lo que diga el Tribunal Supremo, que se reservó la última palabra tras pedir los Franco que paralizara cautelarmente el proceso.