De acuerdo con el decreto ‘Illerdensis-Barbastransis de finium mutatione’, de 15 de junio de 1995, el patrimonio de las parroquias aragonesas transferidas de la diócesis de Lérida a la de Barbastro-Monzón debía retornar a las parroquias propietarias (El obispo de Barbastro dital y como ordenó el Vaticano.ce que el regreso de los bienes supone «devolver la dignidad al pueblo»).
En febrero de 2018, se presentó una demanda civil con el objetivo de lograr el retorno de esas piezas de arte sacro, tal y como ordenó el Vaticano.
El juicio de la demanda civil por los 111 bienes de las parroquias altoaragonesas retenidos en Lérida se celebrará este jueves 16 y viernes 17 de mayo de 2019 en el Juzgado nº1 de Barbastro.
El Obispado de Barbastro Monzón demandó por la vía civil al Obispado de Lérida y al Consorcio del Museo de Lérida para intentar recuperar las 111 piezas de arte sacro que siguen en depósito en Lérida, después de reiterados incumplimientos de las sentencias eclesiásticas.
Desde la propia diócesis de Barbastro-Monzón se hizo público que el objetivo de la demanda es «poner fin» a un litigio que se inició en 1995, con la creación de la nueva diócesis de Barbastro-Monzón, que incorporaba a las parroquias de la zona oriental y que antes pertenecían a la diócesis de Lérida.
Un procedimiento que dio un giro inesperado cuando el obispo de Lérida, Salvador Giménez, aseguraba que más de ochenta de las piezas reclamadas, entre ellas las más valiosas, eran suyas.
Una posición que contradice lo argumentado por el propio prelado en el fallido acto de conciliación celebrado, previo a la demanda civil, en el que reconoció la propiedad aragonesa de las piezas. Giménez comparecerá en el juicio como testigo.
Hasta el momento, todas las sentencias eclesiásticas y civiles han dado la razón a la diócesis de Barbastro-Monzón.
Según las sentencias, las obras de arte son propiedad de la diócesis altoaragonesa y se encuentran en depósito en Lérida.
Si nada lo impide, el juicio comenzará este jueves después de varios intentos de la parte demandada de retrasar el proceso.
De hecho, la Generalidad de Cataluña llegó a solicitar la suspensión del juicio la pasada semana alegando que no estaba personada en la causa, pese a presidir el Consorcio del Museo de Lérida.
El juzgado admitió su participación en el proceso como coadyuvante, pero ya no podrá presentar pruebas ni testigos.
El obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, manifestaba en las semanas previas que espera «que se haga justicia» en el litigio.
«Cuando he derivado precisamente este tema a la justicia ordinaria es porque en otros lugares no he podido recibir, no la respuesta, que nos la han dado siempre y favorable, sino la ejecución. Entonces, no solo esperamos que se pronuncien los jueces, sino que se lleve a cabo la ejecución», expresaba el obispo de Barbastro-Monzón.
Asimismo, el prelado manifestaba que en este momento es cuando «más tranquilo» se siente: «Sea lo que sea el dictamen de los jueces, yo los acataré, pero yo habré hecho todo lo que ha estado en mi mano hasta el momento».
E incidía en que su mano siempre estará tendida «para que este litigio pueda ser oportunidad de diálogo, de comunión y de proyecto compartido».
La demanda se dirige al Obispado de Lérida y al Consorcio del Museo, órgano de gestión del centro que se ha opuesto reiteradamente a romper la situación de depósito alegando que las piezas reclamadas están protegidas por la legislación catalana.