Ya no hay excusas (La Iglesia española organiza una cumbre contra los abusos sexuales y de poder).
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, ha abogado por un proceder unitario en todo el ámbito de la Conferencia Episcopal Española, en el principio de colaboración con la justicia.
Así lo ha indicado durante su intervención en la cumbre contra los abusos sexuales, de poder y de conciencia, convocada por la Conferencia de Religiosos de España (CONFER), junto a la CEE y Escuelas Católicas, y que se ha celebrado este miércoles 29 de mayo de 2019 en Madrid.
En la jornada, también ha intervenido una víctima de abusos, Juan Carlos González, que ha denunciado la «putrefacción» de este delito y ha pedido a los miembros de la Iglesia que se «desnuden del poder» ante quienes una vez estuvieron «desnudos por la fuerza». También les ha reclamado que lleven ante la justicia a los agresores y encubridores.
Ante esta realidad, el secretario general de la CEE ha explicado entre otras cuestiones el Decreto presentado ante la Santa Sede y ha invitado a «caminar juntos» hacia «la prevención», acompañando a «las víctimas» y «formándose». Además, ha apelado a la «misericordia» que «engloba verdad, justicia y perdón».
Citando palabras del papa Francisco, el portavoz de los obispos ha expresado su deseo de cumplir la vocación de ser luz: «Cuando la lámpara está manchada es difícil que pueda iluminar y que nosotros podamos ver lo que acontece alrededor».
También la presidenta de la CONFER, Mariña Ríos, ha invitado a ayudarse «entre todos» para combatir esta lacra que no afecta solo «a esta o a aquella institución» sino que les «afecta como Iglesia». «Como Iglesia hemos de poner los medios necesarios para afrontar las situaciones que se han dado, para garantizar y trabajar juntos», ha subrayado.
Por su parte, el secretario general de Escuelas Católicas, José María Alvira, ha mostrado su consternación ante estos hechos, y ha indicado que «el objetivo de la Iglesia es escuchar, tutelar, proteger y cuidar a los menores abusados allá donde se encuentren». «La Iglesia tiene que estar por encima de las polémicas. Ha llegado la hora de colaborar juntos», ha indicado.
Tras estos saludos, ha tomado la palabra Juan Carlos González, representante de la Asociación Garaitza (para el tratamiento del abuso sexual y el maltrato en la infancia), quien ha trasladado a los asistentes la dificultad de la víctima por no saber qué hacer con su dolor y ha pedido «limpiar la Iglesia» y dejar de «hablar de la casa de los otros».
Además, ha reclamado humildad por parte de los sacerdotes, religiosos u obispos que escuchan a una víctima. «Puede ser verdaderamente reparador encontrar el rostro humilde de quien no nos retira la mirada y nos habla desvestido de poder. Sitúense desnudos por elección delante de quienes un día estuvimos desnudos por la fuerza, de lo contrario pocas cosas serán creíbles por parte de quienes cargamos con cruces tan pesadas», ha subrayado.
Asimismo, ha trasladado la exigencia de las víctimas de abusos en la Iglesia de «poner a disposición de las autoridades a los agresores y a quienes les hayan podido encubrir». «Es imprescindible, básico», ha dicho. Si bien, ha añadido que «no es suficiente».
En concreto, ha precisado que las víctimas necesitan «la verdad». «Sobre la base de que es imposible que nada nos resarza plenamente, la necesidad de conocer la verdad se impone. Hoy un deseo mueve mi palabra: Pasar página pero no de puntillas. Atravieso un momento privilegiado, de oportunidad, poder descubrir que de la putrefacción, de la descomposición, del abono pestilente puede brotar la belleza», ha enfatizado.
Durante la jornada han tenido lugar dos mesas de experiencias. La primera ha estado protagonizada por la secretaria general de la Asociación Betania (de acompañamiento a víctimas de abusos en la Iglesia), Covadonga Orejas. «Estamos aquí para vosotros. La palabra acompañamiento es la clave. Apoyamos a quienes quieran informar y denunciar», ha explicado.
Por su parte, Pérez Godoy, que también ha participado en esta mesa, ha invitado a una «conversión personal y colectiva». «Que el tiempo no se convierta en una excusa para no afrontar algo de lo que todos nos sentimos responsables», ha puntualizado. Asimismo, ha reiterado su disposición a reparar el mal causado. «Quisiéramos poder pedir perdón una a una, a cada víctima, mirándolas a los ojos», ha afirmado.
En la segunda mesa ha intervenido el sacerdote del Verbum Dei, Luis Alfonso Zamorano, quien ha expresado «pena, vergüenza, compasión e indignación» por los casos de abusos. «A la víctima le será muy difícil sanar si seguimos protegiendo al abusador. No hay sanación posible mientras la persona acusada siga campando a sus anchas, o con castigos que mucha gente ni entiende», ha advertido.
Mientras, la directora de comunicación en España del Regnum Christi, Amalia Casado, y el director de comunicación internacional del Regnum Christi, Aaron Smith, han reconocido en su turno de palabra que se negó la verdad sobre los casos de abusos. «Durante muchos años ignoramos a las víctimas, no las creíamos», han señalado, al tiempo que han expresado que las víctimas son parte de la Iglesia. «No podemos desprendernos de ellas como si fueran prescindibles. No hay futuro para la institución sin ellas, y no hay memoria de la institución, sin su memoria», han zanjado.
