(Sandro Magister).-La tempestad que en los días pasados ha embestido al diario de la Conferencia Episcopal Italiana, «Avvenire», ha reabierto la discusión sobre las relaciones entre la Iglesia y el poder político.
En esos mismos días, una carta circular de la Congregación vaticana para la Educación Católica, dirigida a los obispos de todo el mundo, sobre la enseñanza de la religión católica en las escuelas, ha vuelto a proponer una cuestión sobre la cual la protesta laica recurre con mucha frecuencia.
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