EE.UU. señala "restricciones" en Cuba y Venezuela

Naciones enemigas de Dios

Birmania, China e Irán repiten como los más represores de la libertad religiosa

Sudán, Eritrea, Yemen, Arabia Saudí y Uzbekistán también figuran en esta lista

Birmania, China, Irán y Corea del Norte son algunos de los países que cometen las violaciones contra la libertad religiosa «más severas», según el informe anual de Libertad Religiosa, que difundió hoy el Gobierno estadounidense.

El informe señala que los mayores abusos se produjeron en algunos países con «estrictos regímenes autoritarios» que quieren dirigir las religiones como parte de un mayor control de la vida civil.

El Departamento de Estado publica anualmente este informe en el que repasa la situación de las comunidades religiosas en el mundo, respecto a la persecución y la discriminación que sufren o las iniciativas y leyes desarrolladas por sus Gobiernos.

Entre los países que «más preocupan» están Birmania, donde, pese a que la Constitución de 2008 recoge el derecho de libertad religiosa, el Gobierno continúa infiltrándose y supervisando las actividades articuladas por las organizaciones, incluidas las religiosas.

EE.UU. denuncia que el Gobierno birmano mina «sistemáticamente» los esfuerzos de los monjes budistas de promover los derechos humanos y la libertad política.

En concreto, hace referencia a que muchos de los monjes y activistas que fueron detenidos en septiembre de 2007 en las revueltas a favor de la democracia continúan en prisión.

Aunque no ha habido reporte de nuevas conversiones obligatorias, el informe señala la presión a los jóvenes y a los pobres a convertirse al budismo.

Ser budista continúa siendo un requisito para ser promocionado en la Administración pública y continúa la violencia contra los musulmanes y la restricciones a los católicos y otros grupos minoritarios.

En el caso de China, la Constitución protege las «actividades religiosas normales» y bajo ese adjetivo las autoridades tienen un amplio margen para decidir lo que es «normal».

El Gobierno se opone a la lealtad a líderes religiosos como el Papa y el Dalai Lama, y el informe subraya la «severa» represión a los tibetanos y los uigures, alegando extremismo religioso e incluso terrorismo.

Pekín controla así a los monjes y monjas tibetanos, que tienen a menudo dificultades para conseguir pasaporte y permiso para viajar, y además les niega alojamiento en algunos hoteles del país.

La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, abogó por la libertad religiosa en la reunión que mantuvo con líderes chinos en febrero de 2009, al igual que la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, que acudió a una misa católica durante su viaje en mayo pasado a Shangai.

Irán, con el que Estados Unidos no mantiene relaciones diplomáticas desde 1979, es un país islámico que según su Constitución respeta a otros grupos de esta religión y los cristianos y judíos están «protegidos» como minorías.

Sin embargo, en la práctica, la retórica y las acciones del Gobierno de Mahmud Ahmadineyad «crea una atmósfera de amenaza» para los grupos no chiítas y en particular para los musulmanes sufís, los cristianos evangélicos y judíos, que, según el informe, son intimidados, perseguidos y encarcelados por motivos religiosos.

Ahmadineyad «continúa con sus violenta campaña antisemita, cuestionando la existencia y alcance del Holocausto» y el Gobierno prohíbe el proselitismo de algunos grupos cristianos que son vigilados en un país en el que rige la sharia (ley islámica).

En el caso de Corea del Norte, el informe señala directamente que la libertad religiosa «no existe» y no hay ningún cambio respecto al informe anterior referente al «extremadamente bajo nivel de respeto por la libertad religiosa».

El régimen norcoreano «restringe severamente» toda actividad religiosa excepto las que sean «estrictamente» revisadas por el Gobierno, que mantiene entre 150.000 y 200.000 personas encerradas en campos de trabajo en áreas remotas del país, algunos por razones religiosas.

Sudán, Eritrea, Yemen, Arabia Saudí y Uzbekistán también figuran en esta lista de países a los que EE.UU. pidió que se comprometan y den los pasos necesarios para mejorar las condiciones de libertad de culto, ya que éste es uno de los indicadores que Washington utiliza para diseñar su política exterior.

El Gobierno de Estados Unidos señaló hoy que la libertad religiosa es «ampliamente respetada» en América Latina, «excepto» en Cuba, según su informe sobre Libertad Religiosa, que incluye también a Venezuela entre los países que ponen trabas a la libertad de culto.

El Departamento de Estado analiza anualmente la situación mundial respecto a la persecución y la discriminación por motivos religiosos, así como las iniciativas y leyes desarrolladas para promover el respeto confesional en el mundo.

En su informe correspondiente a 2009, Cuba y Venezuela se encuentran entre el grupo de países en los que se ha detectado «restricciones y abusos» a la libertad religiosa, en el que también están, entre otros, Irán, China, Irak, Corea del Norte, Pakistán y Sudán.

EE.UU. señala que en Cuba la Constitución reconoce el derecho de los ciudadanos a profesar y practicar en el marco del «respeto a la ley», pero el Gobierno «sigue imponiendo» restricciones a la libertad de religión.

El Ministerio del Interior «a través de su aparato de seguridad del Estado se involucra en la vigilancia activa de las instituciones religiosas», indica el informe.

Dentro del marco de los acuerdos migratorios entre EE.UU. y Cuba, el Departamento de Estado recuerda que entre los 20.000 visados que concede anualmente hay un apartado que hace referencia específica a minorías religiosas y activistas de derechos humanos, al que se acogieron durante el pasado periodo 4.700 personas.

El Gobierno cubano, además, mantiene el «estricto control» de la construcción de nuevos edificios con propósitos religiosos y no permite la instalación de escuelas privadas, incluidas escuelas religiosas.

No obstante, algunas organizaciones señalaron menos trabas para realizar trabajos comunitarios y caridad, así como para viajar y realizar algunas mejoras en sus edificios.

En Cuba todos los grupos religiosos deben registrarse obligatoriamente en el ministerio de Justicia y deben pedir permiso al partido comunista para realizar ceremonias fuera de su centro religioso.

En el caso de Venezuela, su Constitución recoge la libertad religiosa siempre y cuando «no se viole la moralidad, la decencia y el orden público».

El informe reconoce que el Gobierno «generalmente» respeta la libertad religiosa, aunque los grupos religiosos, «al igual que otros que critican al Gobierno», pueden ser objeto de «acoso» e «intimidación».

Durante el periodo en el que se hizo este informe, del 1 de julio de 2008 al 30 de junio de 2009, la Iglesia católica criticó públicamente la situación de la democracia y los derechos humanos en el país, a lo que el presidente venezolano, Hugo Chávez, contestó con críticas a los obispos católicos y al Nuncio Apostólico.

El informe señala, además, los numerosos incidentes contra la comunidad judía, como las pintadas antisemitas, injurias, viñetas políticas y otros comentarios que han denunciado los líderes judíos, así como el ataque a la sinagoga Tiferet Israel el pasado enero.

El Gobierno estadounidense señala los esfuerzos del Ejecutivo venezolano para impedir que los grupos religiosos lleguen a determinadas áreas geográficas, sociales y políticas, y en concreto, las dificultades que tienen algunos misioneros extranjeros para acceder a las zonas indígenas.

(RD/Efe)

 

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