OMP.-El padre Hidalberto Enrique Guimarâes, asesinado en el interior de su casa el pasado sábado en Maceió, Brasil, ha sido enterrado en el cementerio de San José, en el barrio de Trapiche da Barra, en Maceiró, según informó Radio Vaticana. Llevaba desaparecido desde el jueves 5 de noviembre.
El cuerpo sin vida de este sacerdote de 48 años, que llevaba desaparecido desde el jueves 5 de noviembre, fue encontrado apuñalado y golpeado en su casa. Era párroco de la iglesia de Nuestra Sra. de Gracia, en el municipio de Murici y era muy querido por sus fieles. El arzobispo de Maceió, Mons. Antonio Muñiz, declaró que «no sólo el clero, sino toda la comunidad de Halagaos está sorprendida» por lo sucedido.
En este año 2009 son ya cuatro sacerdotes los que han sido asesinados en Brasil.
En Chiquimula, al este de Guatemala, también ha sido asesinado otro sacerdote. Se trata del padre franciscano Miguel Ángel Hernández, párroco desde hacía cuatro años de la iglesia de San José en Ocotepeque, cerca de Honduras. De origen guatemalteco, el padre Miguel Ángel, de 44 años, había desaparecido durante un viaje desde Ocotepeque a Chiquimula donde tenía que participar en diferentes actos religiosos. Fue encontrado sin vida y con signos de haber sido agredido en una habitación de hotel en Esquipulas.