Todos los asentamientos son ilegales y hay que detener eso definitivamente. Es un obstáculo para la paz, para el reencuentro y para el diálogo
El Patriarca Latino de Jerusalén y máxima autoridad católica de Tierra Santa, Fuad Twal, llamo hoy al optimismo en su tradicional mensaje de Navidad porque «no todo es desesperación» y hay «signos positivos» que expresan fe en el futuro.
«El regalo que nosotros más deseamos, más que el dinero y la riqueza, es la paz (…) La paz es un don de Dios para los hombres de buena voluntad. Tenemos que merecerla. Sabemos que hay muchos hombres y mujeres de buena voluntad entre los israelíes y los palestinos«, dijo Twal acompañado de otros jerarcas católicos en la sede del Patriarcado Latino, en la ciudad vieja de Jerusalén.
El arzobispo jordano, de 69 años, reconoció que los «sueños de una Tierra Santa reconciliada parecen una utopía», pero citó varios «signos positivos» que mantienen «viva» la «esperanza».
Dos de ellos son la moratoria de diez meses en la ampliación de las colonias judías de Cisjordania anunciada en noviembre por Israel y la supresión de más de cincuenta barreras al movimiento en ese territorio palestino ocupado, que ha «mejorado la libertad de movimiento» y la «situación económica de los palestinos».
«No es suficiente, pero es un paso adelante«, afirmó antes de destacar, a preguntas de los periodistas, el «hermoso progreso» de que los palestinos «manifiesten cada vez más su resistencia de manera no violenta».
El patriarca precisó, no obstante, que la moratoria colonizadora israelí es «insuficiente» porque no se aplica en Jerusalén Este, ni a la construcción de escuelas o sinagogas ni a las 3.000 viviendas que ya tienen puestos los cimientos.
«Todos los asentamientos son ilegales y hay que detener eso definitivamente. Es un obstáculo para la paz, para el reencuentro y para el diálogo», agregó.
El Patriarca evitó los ataques a las políticas del Estado judío que caracterizaban los discursos de su predecesor, Michel Sabbah, a quien reemplazó en junio de 2008.
De hecho, mostró comprensión por el «gran miedo» en que «viven los israelíes» y que «les impide que tomen decisiones audaces para poner fin al conflicto».
«El muro de separación (israelí en Cisjordania) es una manifestación concreta de este miedo«, señaló Twal, quien el próximo jueves celebrará la Misa del Gallo en la iglesia de Santa Catalina en Belén, adyacente a la Basílica de la Natividad, donde se encuentra la gruta en la que la tradición sitúa el nacimiento de Jesús.
Pese al optimismo, Twal denunció los «numerosos cambios» en Jerusalén «que podrían alterar su vocación de ciudad universal para tres religiones (cristianismo, judaísmo e islam) y dos pueblos», israelí y palestino.
Durante la ronda de preguntas, que respondió en árabe, francés, inglés e italiano, pidió a la menguante minoría cristiana en la zona que sea «consciente de la importancia de permanecer» en Tierra Santa y el «privilegio» que supone que estén «aquí sus raíces».
«Su presencia es una misión, una vocación. Es el momento de probar que creemos en las palabras de Jesucristo («Que cada uno cargue su propia cruz con entusiasmo y valentía»), llevamos nuestras cruces, resistimos y nos quedamos«, añadió.
Twal tuvo palabras para la pequeña comunidad cristiana en Gaza, formada por unos 3.000 palestinos (una décima parte de ellos católicos) del millón y medio que pueblan la franja.
«No podemos hablar de la comunidad cristiana de Gaza sin hacerlo del conjunto de la población, de la que forma parte íntegramente y con la que sufre, aspira, reza y se desespera», aseguró.
Por último, destacó los «frutos» de la visita a Tierra Santa en mayo del papa Benedicto XVI: un aumento del peregrinaje, la construcción en Belén de una nueva clínica pediátrica y el lanzamiento de la edificación de la universidad jordana de Mádaba.
La construcción en Jerusalén de un complejo residencial para 72 matrimonios jóvenes, la convocatoria para el próximo octubre de un sínodo sobre Oriente Medio y la beatificación de María Alfonsina, fundadora de las Hermanas del Rosario, fueron los otros logros de la peregrinación papal citados por el Patriarca.
(RD/Efe)