Ha sido un teólogo expedientado y rechazado por muchos, pero muy querido por otros
Ayer entre el 23 y el 24 de diciembre de 2009, falleció Edward Schillebeeckx, profesor de Dogmática y de Historia de la Teología de la Universidad de Nimega (Holanda) entre 1957 y1983. Él ha sido de gran importancia para la teología del siglo XX y la contemporánea, uno de los pioneros en la gran tarea de conectar la fe con el pensamiento actual.
Había nacido en Amberes (Holanda), el 12 de noviembre de 1914. En 1934, ingresó en la orden de los dominicos y en 1941 fue ordenado sacerdote. Fue profesor en Lovaina y Nimega, asesor del episcopado holandés durante el Concilio Vaticano II y uno de los inspiradores del Catecismo Holandés (1966) y de la Revista Concilium. Se le suele relacionar con la teología de la secularización y de la muerte de Dios, pero su campo de trabajo ha sido mucho más extenso, abarcando la teología sacramental, el estudio de la figura de Cristo, el sentido de la iglesia y la hermenéutica teológica.
La teología católica del siglo XX no se puede entender sin sus aportaciones, ni se puede entender tampoco la historia de la evolución doctrinal de la Iglesia. En esta reseña emocionada, escrita al filo de la noche de la Navidad, quiero recordar sus dos etapas teológicas y, de un modo especial, sus «condenas». E. Schillebeeckx ha sido un teólogo expedientado y rechazado por muchos, pero muy querido por otros, que agradecemos ahora el testimonio de su vida y teología. Feliz navidad en la Gloria de Dios, Eduardo Schillebeeckx.
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